27 de marzo de 2013

Intermedio

Pedimos a nuestros lectores disculpen el retraso en la publicación de nuestro intermedio quincenal. El tiempo pasa factura...

En estos días santos, decidimos subir imágenes de lo que ocurre en estas fechas en Potrero Nuevo, Municipio de Atoyac, Veracruz. Potrero Nuevo, ahora bajo el nombre oficial de Villa General Miguel Alemán, se fundó a la sombra del ingenio azucarero “EL POTRERO”.



Hacia finales de los años treinta del siglo XX, la expansión del ingenio provocó la contratación de mano de obra proveniente de otras localidades de la zona. Habitantes originarios de Cuitláhuac, Amatlán y Yanga introdujeron la representación de la pasión y las caracterizaciones de Diablos y Judíos. Estos juegos escénicos fueron creciendo con los años y arraigándose en las prácticas festivas del pueblo. Desde el Domingo de Ramos hasta el Sábado de Gloria, las actividades -paseos, representaciones y misas- se continúan ininterrumpidamente. El último día los danzantes, diablos, judíos, la muerte, se despojan de sus máscaras y se procede a la quema del Judas.





Los Judíos danzan con sus trajes adornados con cascabeles, y los Diablos se colocan en una doble fila paralela en el parque y cuando algún grupo de paseantes pasa entre ello les lanzan chicotazos, golpes a las piernas con sus cuerdas a uso de látigo. El castigo para que los penitentes no olviden el dolor propio de estos días...


Fotografía de Héctor Burgos: http://www.metroflog.com/hjbp62/20090914/1


En el caso de las tradiciones -como ya hemos tratado en otros textos de este blog- es vital la significación regenerada, el sentido transformado por los pobladores al filo del tiempo.


18 de marzo de 2013

Imágenes literarias del nacionalismo mexicano

Continuando con la serie de artículos escritos por los integrantes del Observatorio, publicamos a partir de esta semana el texto Imágenes literarias del nacionalismo mexicano después de la Independencia: Guillermo Prieto y el abrazo de la musa callejera de Caterina Camastra. 

Este texto fue publicado en el libro Liberty, liberté, libertad. El mundo hispánico en la era de las revoluciones coordinado por Alberto Ramos Santana y Alberto Romero Ferrer y editado por la Universidad de Cádiz, 2010. 

Caterina habla en este texto sobre la construcción de estereotipos nacionales, fuente del folklore que opera el Estado Nacional al construir la noción de Patria. La China y el Charro, el Chinaco, quienes con su salero y simplicidad defienden el orgullo nacional frente a los ridículos extranjeros que quieren mancillar nuestra tierra (v.gr. los franceses) representan estas figuras de lo popular que son dotadas de un sentido político a través de su instrumentación literaria, musical, escénica... Operación que también podemos observar en lo ocurrido durante el s. XX con otras memorias y tradiciones, como el son jarocho. Tema que ya hemos tocado en este espacio.

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Imágenes literarias del nacionalismo mexicano después de la Independencia: Guillermo Prieto y el abrazo de la musa callejera 

Caterina Camastra

(PRIMERA DE SEIS ENTREGAS)
 


Chinaco y China


Entre el grupo de liberales que triunfaron con el juarismo en 1867, Guillermo Prieto es quizás el que con más entusiasmo recurre a la retórica de lo popular en su esfuerzo de contribuir a un proyecto cultural nacionalista. Ya desde 1836 había fundado, junto con José María Lacunza, la Academia de Letrán, «institución [...] que se había propuesto la tarea de ‘mexicanizar la literatura, emancipándola de toda otra y dándole carácter peculiar’»1. Varios años después, entre noviembre de 1867 y abril de 1868, participó en las veladas literarias promovidas por Ignacio Manuel Altamirano, que desembocaron en 1869 en la fundación de la revista El Renacimiento. La cuestión de la literatura nacional era, para ese grupo de intelectuales, crucial. El mismo Altamirano escribió acerca del valor simbólico, y por ende político, de la obra poética de su compañero Guillermo Prieto, en términos que sitúan inmediatamente el horizonte del discurso: «formar la verdadera nacionalidad» y «dar a las masas el conocimento de su verdadero valor»2. González habla del «furor por ser de su tiempo y de su tierra» de este grupo de intelectuales: «En las veladas y en la revista [...] se procuró hacer una literatura nacional [...] mediante la práctica de temas autóctonos, el uso de vocablos indígenas y modismos populares»3.

Musa Callejera. Poesías festivas nacionales por Fidel, de Guillermo Prieto, se publica en 1883, y la novela de Manuel Payno Los bandidos de Río Frío en 1889. Ambas obras se pueden ubicar en la corriente del costumbrismo romántico mexicano4 y ven la luz hacia fin de siglo, lo cual implica que la visión ideológica que expresan pertenece a la madurez de los dos autores y puede considerarse, en cierta forma, un resumen retrospectivo de su punto de vista. Payno y Prieto fueron compañeros de filiación política y de camino, y ambos creyeron en la necesidad de la puesta en marcha de un proyecto de nación, de la invención de una tradición, aunque ellos mismos nunca hubieran utilizado semejante expresión. 

En las dos obras mencionadas se puede notar una diferencia de actitud sutil y sin embargo importante. «El temperamento de Payno le impuso a su confesado liberalismo un tinte moderado», señala Zoraida Vázquez5. La mirada del autor implícito en Los Bandidos hacia la fiesta popular de los arrabales urbanos oscila entre la fascinación y la condena, entre la atracción y el rechazo. Tal como Evaristo el bandido, a pesar de su alma negra, es atractivo, buen bailador y hábil artesano, el fandango, es decir, la fiesta y baile popular por excelencia, es espacio de vicio y degeneración, pero también de habilidad musical, poética y dancística, y por cierto, ¡qué lindas las pantorrillas de las chinas bailando! El autor implícito no puede evitar asomarse a la puerta de la pulquería Los Pelos, Ciudad de México, o del Otel de los Tapatíos, feria de San Juan de los Lagos, y tal vez hasta entrar y ceder a la tentación de unas chalupitas y una jarra de pulque, después de describirlas con tanto cariñoso detenimiento.
En cambio, la actitud del yo poético en Musa callejera es de entusiasmo romántico sin reservas, y disposición a incluir la fiesta y los tipos populares entre los símbolos de orgullo nacional. La pretensión de «encarnar la opinión popular, ‘callejera’, [...] constituyó, ya en las últimas décadas del siglo, uno de los más importantes índices de legitimidad a nivel del discurso político», acota Montero6. Muchas de las composiciones incluidas en el poemario ilustran tal propósito. La siguiente estrofa da comienzo a un poema especialmente emblemático, «El túnico y el zagalejo»:

La del cabello encrespado,
la de delgada cintura,
la de sagaz travesura
en el mirar seductor;
la linda china poblana,
más linda que las estrellas,
¿quién quitó a tus formas bellas
el insurgente castor?7

La alegoría femenina de la patria8 no es nada nuevo en la iconografía que a todos nos es familiar. Tampoco lo es la alegoría femenina de la libertad. Que me perdone don Guillermo por sacar a colación a sus enemigos simbólicos, pero la referencia que primero me salta a la mente es el famoso cuadro de Eugène Delacroix que retrata a la libertad que guía el pueblo en las barricadas. Regresando a un ejemplo mexicano, dice el mismo Prieto acerca del cuadro Constitución del 57, de Petronilo Monroy: «con su cabello rizado y flotante, su frente abierta al pensamiento y al amor, sus negros ojos como dos abismos de ébano [...] y ese color apiñonado y delicioso que sólo se matiza con las auroras y se fija en las mejillas de nuestras bellas»9. En esta tónica idealizadora, totalmente romántica, la belleza nacional mexicana es mestiza, de cabello encrespado y color mezclado. En efecto, ése es uno de los significados de la palabra chino y, en mi opinión, el origen más probable de la definición de china poblana. «Chino. Rizo de pelo. [...] Genéricamente se dice del descendiente de padres de sangres distintas no europeas, en toda la América», reza el Diccionario de mejicanismos de Santamaría10. «Chino. (Del mejicano chinoa, tostado, por alusión al color de la piel). América. Dícese del descendiente de india y zambo o de indio y zamba», nos informa la edición del Diccionario de la Real Academia Española 189911. El uso como calificativo cariñoso (mi chino, mi china, expresiones que todavía se usan) en América Meridional aparece consignado en el Diccionario de la Real Academia más tarde, hasta 192712, lo cual no quita que formara parte del uso corriente desde mucho antes, mínimo desde el siglo XVIII. 



NOTAS
 
1 Luis González, «El liberalismo triunfante», en AA.VV, Historia general de México, México, El Colegio de México, 2002, pp. 639-640.

2 Apud Susana A. Montero, La construcción simbólica de las identidades sociales. Un análisis a través de la literatura mexicana del siglo xix, México, Plaza y Valdés, 2002, p. 27.

3 González, op. cit., p. 651.

4 Cfr. Enrique Florescano, Espejo mexicano, México, Fondo de Cultura Económica, 2002, pp. 139-140.

5 Josefina Zoraida Vázquez, «Los libros de texto de historia decimonónica», en Belem Clark de Clara y Elisa Speckman, eds., La república de las letras. Asomos a la cultura escrita del México decimonónico, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2005, p. 287.

6 Susana A. Montero, op. cit., p. 47.

7 Guillermo Prieto, «El túnico y el zagalejo», en Musa callejera, México, Porrúa, 1985, p. 37. «Castor. Tejido de lana, mezclado de blanco y rojo, que las mujeres del pueblo y las rancheras usaban mucho y aún usan para hacer sus enaguas» (Francisco J. Santamaría, Diccionario de mejicanismos, México, Porrúa, 1974).

8 Cfr. Enrique Florescano, op. cit., p. 156.

9 Apud Enrique Florescano, op. cit., p. 156.

10 Francisco J. Santamaría, op. cit.

11 Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española, decimatercia edición, Madrid, Imprenta de los Sres. Hernando y compañía, 1899. Reproducido a partir del ejemplar de la Biblioteca de la Real Academia Española, disponibile en www.rae.es
 
12 Real Academia Española. Diccionario manual e ilustrado de la lengua española, Madrid, Espasa-Calpe, 1927. Reproducido a partir del ejemplar de la Biblioteca de la Real Academia Española, disponibile en www.rae.es.

11 de marzo de 2013

Intermedio

Este Intermedio queremos dedicarlo a la edición que, en Toronto, Canadá, se realizó del libro Lotería Jarocha. Linoleum Prints de Alec Dempster.

Alec, músico, grabador, promotor cultural, y de quien ya hemos hablado y mostrado su trabajo en el Observatorio, produjo hace algunos años una serie de grabados en los que sustituía las imágenes tradicionales de la lotería -la sirena, el borracho, el barril- por personajes y objetos surgidos del imaginario ligado al son jarocho. A esta serie, la Lotería Jarocha, pertenece la imagen emblema de nuestro Observatorio (La Candela). Alec también produjo en paralelo otra serie de grabados titulada Lotería Huasteca.

Estos grabados, los pertenecientes a la Lotería Jarocha, se han compilado en un libro que saldrá a la venta en Canadá el 24 de abril. Esperemos pronto una edición mexicana. Pero en lo que eso ocurre, le enviamos a Alec un abrazo y le dejamos a nuestros lectores algunas imágenes de esta Lotería entrañable y juguetona. 




El Pájaro Carpintero


El Torito



El Pájaro Cú


La Candela


El Conejo


La Bamba


El Gallo


La Petenera


Portada del libro Lotería Jarocha

4 de marzo de 2013

De raíces y fronteras: sonoridades jarochas afromexicanas en Estados Unidos V

Hemos llegado a la entrega final del capítulo "De raíces y fronteras: sonoridades jarochas afromexicanas en Estados Unidos" contenido en el libro La migración y sus efectos en la cultura, editado por CONACULTA en su colección Intersecciones y publicado en junio de 2012.

En las conclusiones cerramos este recorrido circular, este circuito migratorio que recoge identidades en construcción y deconstrucción constantes...

De lo negro a lo blanco y de regreso, de éste y de aqul lado del border, la música funge como autopista de lo propio enriquecido, mutable. Y sí: Ellos están aquí, nosotros estamos allá.
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De raíces y fronteras: sonoridades jarochas afromexicanas en Estados Unidos 
Ishtar Cardona 
(Quinta y final de cinco partes)
  
Conclusiones

Del referente local al signo global. Del recuerdo de un golpe de jarana al acto de un festival World Music, pasando por la celebración de fandangos fronterizos, el diálogo se establece para que la música, como para tantos otros gestos de la cultura veracruzana, recorra el camino de este puente circular. Y lo jarocho, recreado en otros contextos, cultivado también ya por otras manos que le han metido mano a la maleta, pasa a ser jarochilango, jarotijuano, jaroguajaco, jarochicano… Porque ya no es solamente el salido de los Tuxtlas, de Sotavento, del Istmo, del Puerto -y de Xalapa, y de Zongolica- el que rasguea un mosquito en sol. Se lo intercambian con otros que no salieron del mismo lugar, pero que por otras razones, o no, arribaron al mismo destino, aunque sea por un momento. Otros que llegaron antes, o que llegaron poco después. Y que también comparten lo que traen en sus propias maletas para poder platicar, para darse el chance de encontrarse. Y de reencontrarse con raíces lejanas.
 




Estos encuentros van rompiendo las barreras de lo nacional y de las identidades estancadas. Entre Veracruz y Los Angeles no hay escala necesaria en el DF. A veces sí, pero el son jarocho ya no tiene la vista puesta de forma unívoca en el centro del país. Y a veces se desvía a Oaxaca, a Guerrero, o se toma un respiro en Mexicali antes de llegar a Chicago, a Nueva York, a San Francisco. El puente recorre, ese sí, por encima de las mallas metálicas y de los centros políticos. La música viajera descubre que entre lo mexicano y lo "americano" también se asoma la otra América, la del cajón y el tres, la de la artesa y el arpa grande, el clarinete y el sax, el cavaquinho y el güiro. Además, en esa América también hay cabida para el oud y la kora, el tambor batá y el cajón..

En esta circularidad que cada uno ha recorrido nos encontramos allá pudiendo habernos encontrado acá, de este lado. Y nos ligamos a otras raíces que de este lado ni soñábamos. Probamos totopo y corundas sin haberlos conocido en casa. Nos enteramos que el bubú es muy cómodo para el calor, aunque no nos atrevamos todavía a ponernos uno. Que siguen sin gustarnos las verduras, aunque los amigos vietnamitas inviten a cada rato, que preferimos la Sol a la Barena (o no...), que el sancocho no nos es del todo extraño. Que aunque sigamos buscando a nuestros semejantes más semejantes, hay cosas no tan malas del otro lado de la calle. Aprendemos a evaluarnos de forma distinta. El miedo a lo otro sigue existiendo, pero el otro se vuelve algo ubicuo, universal, a lo que nosotros mismos pertenecemos. También se rompen para reafirmarse diferentemente las barreras de lo que consideramos propio.

La mirada del migrante cambia, y la de quienes lo miran también. Se ajusta. No es posible guardar la misma graduación en lentes que miran a escalas alternadas. La voz con la que se narra, con la que se canta, también. La voz con la que nos cantamos. Nos estamos diciendo tantas cosas… Sí, tantas cosas que se han dicho, que nos hemos dicho sobre la migración. Ya no estamos en el cuento del “Irás y no volverás”. Han cambiado las perspectivas desde las que miramos a los que se van, a los que regresan, a los que tienen un pie de un lado y el otro más allá del border. Se regresa, en eco, en imágen, el barco cargado de mercadería: acentos, sonidos, luces distintas. Ya sabemos que en términos simbólicos el viaje no termina.

Y ahora no puede ser de otra forma. Bien dijo Tomás Ybarra: Ellos están aquí, nosotros estamos allá.


Bibliografía

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Gonzalez, Martha, ¿Irás y no volverás? O “estás que te vas y te vas, y te vas. . . .” en la página web del Observatorio Cultural Veracruz, 19 de julio de 2010,
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Hobsbawn, Eric, Ranger, Terence (ed.) The invention of tradition. Cambridge University Press, 1992, 322 pp.

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Pascoe, Juan, La Mona, 2ª. Edición, Xalapa, Universidad Veracruzana, 2003, pp. 111

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Recursos en línea

http://www.conjuntojardin.com/thegroup/about/
http://www.angelfire.com/folk/tenocelomeh/news.html
http://www.sonjarocho.com/#!
http://www.folkworks.org/index2.php?option=com_content&task=emailform&id=98
http://www.myspace.com/sondelvalle/blog/308659229
http://www.kickstarter.com/projects/1110146892/el-afrojarocho-the-return-of-the-conga