24 de junio de 2013

Una despedida y un análisis necesario...

Este es un post muy especial.

Ahtziri Molina, fundadora del Observatorio Cultural Veracruz junto con Oscar Hernández e Ishtar Cardona en 2007, deja este espacio para continuar con su trabajo de investigación y docencia, muy necesario en este contexto que vivimos. Ello no significa que su mirada, siempre atenta y puntual, deje de estar presente en el blog. Ella seguirá siendo voz y guía para el trabajo que hacemos. 

La despedimos con inmenso cariño y publicando de nuevo el último texto que subimos de ella, texto que en esta coyuntura local es de gran pertinencia: la acción cultural en Xalapa impulsada desde la administración municipal que será renovada este año.
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Xalapa ¿de quién y para quién? Actividad cultural del Ayuntamiento 2010-2012
Ahtziri Molina
(diciembre de 2012) 


Foto tomada del sitio serveracruz.com

La gestión de la Presidenta Municipal actual en Xalapa, Elizabeth Morales llega a su segundo año de trabajo en estos días. Habrá que hacer notar que en este par de años los planes y los modos de abordar la situación se modificaron ampliamente pues poco después de su ascenso al poder local los niveles de violencia se incrementaron de manera radical. 

De este modo, las intenciones de convertir en Xalapa el centro de un circuito turístico que abarcará del puerto de Veracruz a Perote con vuelos charters dos veces a la semana se quedaron en el cajón ante los escasos recursos que encontraron las admistraciones municipales y estatales en 2010 (estas ideas fueron manifestadas en campaña política por la ahora presidente municipal). De este modo, se consideraba que la ciudad al llenarse de turistas traería gran derrama económica y por ende desarrollo. Así era como se buscaba posicionarla como un destino de turismo de aventura, de playa (sic), religioso y también cultural. 

Sin embargo la realidad siempre impertinente se impuso ante tal idea de vender a la Ciudad de las flores como un espacio digno de visitarse y capaz de competir con otros destinos turísticos de semejante envergadura. Desde la primera mitad de 2011 las balaceras se manifestaron con mayor frecuencia, al grado que en la segunda mitad de ese año, era común que los ciudadanos organizados vía twitter y Facebook se avisaran sobre los puntos de conflicto para evitar el transito en esas zonas. La situación se volvió aún más ríspida después del 20 de Septiembre de 2011 cuando se sembraron 35 cuerpos en las inmediaciones del World Trade Center de Veracruz. Desde entonces, el número de guardias públicos se incrementó y la armada de México subió a estas montañas para responsabilizarse de la seguridad. Lo cual se hizo mediante el constante circular de patrullas.

De este modo, con una población reticente de salir a la calle y estar en el espacio público y la mala publicidad que las balas traen a la ciudad, los planes de gobierno se modificaron ampliamente. Así, los charters desaparecieron del mapa y con ello la ilusión de vivir una ciudad hacia afuera que dependiera del dinero del visitante.

Por lo tanto, las políticas se volcaron a la recuperación y activación de espacios públicos. Pues, afortunadamente hubo una visión de que si la ciudad no era un espacio transitable para los propios, mucho menos sería deseable para los ajenos. Así se han generado varias estrategias para que la población este presente en las calles y además las disfrute. Han existido cuatro tipos de iniciativas para convocar a los ciudadanos. 1) La recuperación y reactivación de áreas verdes,2) La implementación de ciclos de presentaciones de actividades artísticas en distintos puntos de la ciudad, 3) la adecuación de espacios públicos para convertirlos en foros culturales 4) La compra de franquicia del Hay Festival. 

De este modo se instalaron tirolesas en el Paseo de los Lagos y en el Cerro del Macuiltepetl. Además de que se reabrío al público la Cueva de la Orquídea y se re-instaló el zoológico de los Tecajetes. Además de la instalación de equipo para ejercitarse en el camellón de la Avenida Xalapa y la re-habilitación de la Glorieta de los Xalapeños Ilustres en la avenida Xalapa esquina con Lázaro Cardenas. Además de la recuperación de varias canchas en la ciudad.

Todos ellos, áreas de una amplia tradición en la comunidad, los cuales si bien eran medianamente visitados, buscaron incrementar la presencia de los ciudadanos mediante estas atracciones. Hay que notar, que si bien estos espacios fueron re-activados o re-animados para que gente de distintos perfiles los visitaran, también son parques que ya contaban con una gran actividad. Si bien estas acciones son loables, no se han creado nuevos espacios de interacción en otras zonas de la ciudad con menos áreas verdes y menos áreas de interacción. Es decir, no se ha mejorado el equipamiento urbano y con ello difícilmente se contemplan otras áreas de la ciudad. 

Con la intención de impulsar y promover el perfil cultural de la ciudad se han realizado otras actividades de animación socio-cultural. Así se creó un calendario de eventos culturales en distintos días de la semana en diversos espacios de la ciudad. Así se crearon: los jueves de Xalitic con actividades culturales varias los viernes de Jazz en el Corredor Cultural Carlos Fuentes, los sábados musicales en el mismo corredor Cultural Carlos Fuentes y los domingos familiares que al mediodía se llevan a cabo en la glorieta de los Xalapeños Ilustres. 

Una de las acciones más visibles fue la peatonalización de la otrora calle de Miguel Palacios en el centro de la ciudad. Ahora renombrada Corredor Cultural Carlos Fuentes. En esta calle aledaña al Parque Juaréz, justo enfrente de la entrada de la Pinacoteca Diego Rivera y a un costado de la Biblioteca Carlos Fuentes se relleno el arrollo de los autos, los cuales discrepaban de la altura de las casas por al menos un metro y medio. Esta arrojada transformación se hizo aún en contra de las voluntades de los vecinos quienes si bien vivían en una calle muy céntrica era de bajo tránsito, pues era difícil circular por ella. 

Así, esta pasó de ser un espacio aislado a un pretendido circuito de circulación de bienes culturales. Este objetivo no se ha realizado, pues si bien, está el teatro J.J. Herrera se encuentra en esa calle, -este después de haber recibido nueva butaquería, ser repintado y re-inaugurado ha estado cerrado, pues el techo se encuentra en malas condiciones y no cuenta con permiso de Protección Civil para reabrir sus instalaciones-. 

Además en este espacio hay un par de restaurantes y casas habitacionales, una de ellas ahora reconvertida en oficinas. Sin embargo, se ha hecho de este andador un foro al aire libre. El cual, no tiene condiciones estructurales, pues está en bajada y tiene muy mala acústica y perspectiva. Se han intentado realizar en este espacio espectáculos musicales, dancísticos y teatrales. Los musicales han funcionado un poco más por el corte que tienen, pero los escénicos no han encontrado condiciones o climas propicios para su realización. Los públicos que han logrado convocar van de medianos a escasos. Esto además, ante el encono de los vecinos del corredor cultural, quienes sufren los efectos de la mala acústica y peor sonorización, semana a semana.

Finalmente, la estrategia que ha buscado posicionar a Xalapa en el panorama intelectual mundial ha sido la compra de una de las 16 franquicias del Hay Festival1. El cual es un evento dedicado a la promoción de las letras y ahora se realiza en más de Esta iniciativa que no es sólo del ayuntamiento, sino también de la Secretaría de Turismo del Estado ha traído al festival en dos ocasiones. El éxito que tal evento, realizado en la ciudad en dos ocasiones, ha tenido ha sido entre aceptable y grande para sus actividades. 

Cabe señalar, que el programa se realiza por un comité ajeno a la ciudad y casi que al país y si bien los actos son muy interesantes, poco se promueven las letras nacionales, mucho menos las estatales. Digamos que este festival resulta en una sabrosa visita de las letras británicas y su espectro de influencia: (colonial, cosmopolita, etc) que poco o nada dialoga con el acontecer local. Este evento, que sucede una vez al año, no ha tenido impacto en las actividades locales de la ciudad. 

Como es posible observar, las acciones propuestas por esta administración local han tenido una planeación, fundamentación, difusión y aceptación variopintas. Si bien, hubo una comprensión de que la ciudad tiene que la confianza y el tejido social tienen que regenerarse a partir de las actividades cotidianas, la comprensión del cotidiano ha sido parcial y reducida a una capacidad de espectador pasivo y no a la de actor social. Estos espectáculos han dado color a la ciudad, sin embargo, están lejos de generar modos alternativos de convivencia o propuestas de formas distintas de ser ciudadano. 

Por lo tanto, se aplaude que los espacios estén reanimados, que la gente esté en las calles, sin embargo aún falta encontrar mecanismos para que las expresiones artísticas se conviertan en elementos cotidianos para amplias franjas de la población. Especialmente de aquellos quienes no tienen acceso cotidiano al centro de la ciudad y como tal, no participan de estos esfuerzos municipales. Ahora que se ha reanimado las formas recreativas en la ciudad, es un buen momento, para dar paso a la formación artística y cultural que a través de sus procesos genere mejores ciudadanos.

1Ȁ Para mayor información sobre le Hay Festival y los espacios donde este sucede ver: http://www.hayfestival.com/portal/index.aspx?skinid=1&localesetting=en-GB

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