11 de febrero de 2008

Miradas al Programa Nacional de Cultura 2007-2012. Formación e investigación antropológica, histórica, cultural y artística

La propuesta contenida dentro del eje cinco del Programa Nacional de Cultura 2007-2012 quizá podría sintetizarse en una sola palabra: vinculación. Esta palabra, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, es la “acción y efecto de vincular”. Sin embargo, articular, conectar, acercar o entrelazar podrían ser sinónimos de lo que resumiría las intenciones del gobierno federal ante el panorama actual de la formación e investigación artística, cultural, histórica y antropológica del país.

La idea, de entrada, suena bien, aunque a ratos puede parecer ingenua. El reto, por su parte, además de magno, sin duda es complejo. Articular a un aparato institucional tan grande y enviciado como el mexicano para que pueda trabajar engranado cual maquinaria productora de desarrollo cultural no es tarea fácil, y menos cuando se tienen más elementos en juego, tales como la extensión del territorio nacional, la diversidad cultural que nos caracteriza, los cambios generacionales en curso y los ya desgastados usos y costumbres de nuestra afamada burocracia.

Llama la atención también que el planteamiento del eje cinco esté prácticamente concentrado en los rubros de la formación artística (léanse música, danza, teatro y las artes plásticas), haciéndose acompañar sólo como por no dejar de lo concerniente a la investigación, tanto antropológica como artística y/o cultural. Valdría la pena, por tanto, revisar el por qué de esta decisión, y con ello tratar de entender el panorama que nos depara el futuro en cuanto al destino de la investigación mexicana inserta dentro de dichos rubros.

Por su parte, en Veracruz el tema de la vinculación entre diferentes instituciones, entidades y organismos dedicados a la formación, educación e investigación artística, histórica y antropológica lleva bastante tiempo habitando en los discursos locales, pero mostrando resultados escasos y pasando muy poco a los hechos. Sería, no sobra decir, excelente que pudiéramos comenzar por nuestra propia entidad y desde nuestras propias comunidades en el ejercicio de esta labor, entrelazando las prácticas de los institutos de investigación con las facultades, las aulas, los docentes y los alumnos, así como con dependencias gubernamentales y oficinas especializadas que seguramente mucho tendrían que aportar al quehacer cultural del estado.

Así, en este ejercicio, conocer y revisar la productividad y el quehacer de los investigadores veracruzanos sin duda resultaría de suma importancia, siempre y cuando se acompañase de la difusión apropiada correspondiente, atendiendo de esta manera a ese otro gran padecer que enfrentan las investigaciones hechas en Veracruz.
Finalmente, otra de las palabras recurrentes dentro del planteamiento del eje cinco es la de actualizar, ceñida en este caso a los planes de estudio, las plantas docentes y programas nacionales, estatales y municipales dirigidos al tema en cuestión. Ésta, en sí misma, es de igual modo una buena idea y una buena intención que ojalá pudiera ser concretada. Pero ¿hasta dónde somos nosotros responsables de su aplicación y hasta qué punto el estado? ¿Cómo o de qué manera podemos nosotros contribuir a que los cambios se den o a que las cosas sucedan? ¿Alguien se anima a esbozar algunas respuestas…?

1 comentario:

Cultura Para Todos dijo...

Estimados observantes: Ante el análisis planteado en esta ocasión agrego un par de reflexiones. Si bien vincular es una acción importantisima para el desarrollo y consolidación del conocimiento en general y en particular del tema artístico-cultural que en este espacio nos reune, también son los recursos financieros y de otro tipo para lograr la investigación. Aquellos que estamos dedicados a la indagación de estos temas sabemos que generalmente estamos al final de la cola de los recursos en las financiadoras de investigación: Ej. CONACYT, SEDESOL o Gobernación. Esto en gran medida, es resultado del como se mira a la cultura y a las artes desde el resto de la sociedad, pero sobre todo desde los organos que toman decisiones. En este sentido, se siguen considerando como un asunto superfluo y que no precisa de estudios sistemáticos o altamente profesionalizados.

Lo anterior, me lleva a una segunda reflexión, que es el estado de la educación artística a nivel posgrado. En el país se cuenta escasamente con cerca de 10 posgrados en las diferentes disciplinas artísticas. Lo cual quiere decir, que en un país que aspira a tener los mismos niveles de graduados y posgraduados que sus contrapartes de la OCDE esta bastante lejos, de brindar la profesionalización y credencialización adecuadas a sus expertos en artes, o a aquellos que deseen convertirse en tales. Al interior de este sector es ademas necesario considerar la creación de un organo rector de las artes que

Otro asunto que demuestra la falta de interes o cuidado en la educación superior artística es que no existe en el CONACULTA -como organo máximo rector del sector- un área dedicada al impulso y coordinación de la educación superior y de posgrado. El hecho de que estos posgrados se esten rigiendo mediante el CONACYT implica, que se está evaluando a las artes con los mismos criterios de productividad y formas de trabajo que a las Ciencias Sociales, naturales, exactas y al desarrollo tecnológico del país. Considero que una de las tareas fundamentales de este sector es darle la importancia que las artes y otras expresiones culturales tienen y promover la existencia, sino de organismos propios que regulen el sector, al menos si criterios especificos que conozcan mejor y esten más cercanos a la enseñanza e investigación artística y cultural.

Saludos

Ahtziri