30 de octubre de 2012

SANCTORUM, fiesta viva a los muertos

Estamos en días de Xantolo, del Sancta Sanctorum, las fiestas de muertos.

Eloisa Hermat, quien ha estado cerca del Observatorio como lectora y comentarista de nuestros artículos, defensora de las tradiciones de su región, la Huasteca, nos envió un texto sobre estas fechas rituales. Ella dice que no son más que opiniones personales, pero nosotros creemos necesario abrir este espacio a quienes desde adentro experimentan y analizan la fuerza y transformaciones de la memoria local.

Eloisa escribió sobre la tradición del también llamado Xantolo, el cambio y el turismo. Le damos la bienvenida a este espacio, y esperamos contar con más voces desde lo local, de los cronistas, los promotores, los gestores de la rica y densa vida simbólica de nuestras comunidades.

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SANCTORUM, fiesta viva a los muertos.
Cómo se vive en la huasteca y la importancia de cuidar el equilibrio entre la tradición y lo turístico

Ing. Eloisa Hermat (la huastekita)



Imagen tomada del sitio de la CDI, http://www.cdi.gob.mx/xantolo/xantolo.html


Sanctorum o Xantolo: festejo muy arraigado y que resiste a su desaparición en la Huasteca...

Rico es hablar de cómo se vive de manera general, pero también es importante conocer las debilidades de nuestros modos de vida. Como una opinión muy personal, basada en investigaciones en la zona, de manera respetuosa a otras opiniones, comparto lo siguiente:

Desde hace mucho tiempo la celebración del Sanctorum o Todos Santos -pronunciación de la fiesta en algunas comunidades tenek de Tantoyuca- ha venido perdiendo parte de sus elementos culturales, pero eso no quiere decir que la esencia se esté también perdiendo.

Las condiciones de vida, económicas y religiosas, así como las sociales, nos han envuelto en una gama de contradicciones que han debilitado la forma de vivencia y de esencia en la tradición.

Sabemos que la cultura es cambiante, no la podemos parar, pero también es importante hablar con las nuevas generaciones sobre el uso y la costumbre de esta tradición, esto como una responsabilidad que tenemos y que nos han heredado, por lo que debemos cuidarla y transmitirla puesto que fórmulas extranjeras nos invaden cada vez más y esa es una fuente permanente de alejamiento de la esencia de la cultura, la nuestra.

Podemos decir de manera general, que el Sanctorum es una celebración por la llegada de las almas de los difuntos a la tierra, quienes nos visitan año con año y significa que ellos están presentes en el corazón de cada uno de nosotros. Según nuestras diferentes creencias, la fiesta se vive de diferente manera, y no hay un por qué ni un cómo se debe de vivir, es por eso que la tradición se hace más rica., pero también debido a eso cada pueblo cree y defiende sus formas de festejar y afirma que así debe de ser (como por ahí se dice, aquí hay tres verdades…la tuya…la mía y la de los demás).

Esto, lejos de ser visto como una riqueza pluricultural -en este caso de la Huasteca- ha sido razón de perdida de la esencia del Sanctorum y ha debilitado el sentir de la gente. Entre otras cosas, los famosos concursos de danzas y altare, han generado que la gente busque una popularidad momentánea, el ser premiados, sin importar usar elementos que solo se ven bonitos pero no son tradicionalmente usados, lo que provoca que los concursos realmente no contribuyan a fortalecer la tradición porque nos venden una idea errada de cómo debe ser... Como se menciono antes, no hay un por qué o un cómo debe ser, no hay reglas sobre cómo vivir la tradición, solo se vive y ya.

La fiesta en sí es una gran ofrenda, ¿y que se ofrenda? Lo que se tiene o lo que se puede. Y es más importante un altar con un vaso de agua y una pieza de pan que se da con el corazón que un gran altar lleno de todo, pero vacío y sin sentido del por qué se ofrenda.

Existe una gran resistencia hacia fortalecer los elementos esenciales de vida de esta tradición tan importante en la Huasteca y en México entero: de la búsqueda del verdadero sentido de la tradición, los beneficiados serán las nuevas generaciones, quienes están creciendo con la idea de que esta fiesta de Sanctorum es para vivir el ambiente callejero y atraer al turismo, como ya se ve en algunos municipios de la zona donde la fiesta se vuelve más “show” que sentido de tradición.

El turismo se basa en mostrar lo bonito de los pueblos y sobre esto puede contribuir al desarrollo económico de los mismos, pero hay que cuidar el equilibrio para no imponer lo que no contribuya a un desarrollo con sentido para la comunidad, para no sobreponer elementos tradicionales que no vayan juntos, que no se comprendan juntos.

Recalco con insistencia que la cultura es cambiante y sobre eso no podemos hacer mucho, pero considero que debe de haber un equilibrio y debemos diferenciar entre los ambientes tradicionales y los que se construyen con fines turísticos, para que podamos tomar conciencia y saber qué es lo que debemos cuidar y valorar como nuestro, ya que es una responsabilidad como padres heredar el conocimiento que nos transmitieron nuestros antepasados y saber entender que la fortaleza cultural está en las nuevas generaciones.

Vivamos pues la tradición con un apego de respeto hacia las almas quienes nos visitan pues algún día tal vez nosotros queramos venir a visitar y recordar esta tradición mas viva que nunca.

Y al final lo único que queda es la cultura, lo que somos, responsabilizémonos de ella y con respeto transmitamos a las nuevas generaciones este ser nuestro-

Sanctorum, fiesta viva a los muertos.
Organización Cultural de la Huasteca para la Huasteca, A.C.
“Enlazando a la Huasteca, para reforzar nuestra cultura”

22 de octubre de 2012

Intermedio

El martes 16 de octubre en el Museo Tamayo, Pinto Mi Raya -proyecto de arte conceptual aplicado de Victor Lerma y Mónica Mayer- e Ishtar Cardona presentaron presentaron el proyecto Archivo Activo que reúne 11, 000 textos en formato digital sobre 10 años de memoria del sistema artístico mexicano y recientemente incorporado al acervo del Centro de Documentación del Museo Tamayo.

Además de hablar de este proyecto con el que Pinto Mi Raya celebra sus 20 años, se discutió y se generó un performance sobre políticas culturales, financiamiento a museos y todos esos temas sensibles pero ine
ludibles, sobre todo en el momento actual.

En el centro de la discusión: cómo se decide la línea administrativa de los espacios culturales, quién sí es mecenas y quién no, por qué se decide que los patrocinadores privados (que no sabemos con cuánto ni por cuánto tiempo) dan y reciben a cambio su nombre en los muros de los museos. El contribuyente fiscal, sin embargo, carece de reconocimiento...




En momentos en que debe discutirse la línea entre lo público y lo privado para que la operación del sector cultura sea más transparente y horizontal, lanzamos la campaña #YoTambiénPagoEsteMuseo: como en toda campaña que se respete, portaremos botones cada vez que vayamos a un museo o recinto cultural, y pegaremos plaquitas imantadas (donde se pueda).
 
Para informarse y discutir:

¿Quién le entra?
 

16 de octubre de 2012

De relevos y cabezas olmecas: ¿alguien dijo cultura?

Publicamos el texto que quedó en suspenso la semana pasada y le pedimos a nuestros lectores disculpen la postergación.

Los cambios recientes en la administración estatal dejan abiertas muchas preguntas para quienes nos preocupamos por la salud del sector cultura en nuestro estado. La articulación turismo-cultura y la sobreposición del primero sobre la segunda no es fenómeno exclusivo de Veracruz. Ishtar Cardona reflexiona sobre lo que pueden significar los modos políticos respecto a lo cultural.

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De relevos y cabezas olmecas: ¿alguien dijo cultura?
Ishtar Cardona


El pasado 2 de octubre, en vísperas del arranque del Hay Festival en Xalapa, sorpresivamente (tal vez no tanto para quien esté al tanto de la política local de pasillo) se produjo cambio de estafeta en la Secretaria de Turismo, Cultura y Cinematografía de Veracruz. Leticia Perlasca dejó el cargo y tomó posesión Harry Grappa.

A los ojos del lector promedio de noticias, este cambio -independientemente de las señales previas- dejó un regusto a destiempo, a inoportuno: el día anterior al inicio de uno de los eventos más visibles (aunque de corta tradición) del calendario cultural estatal. Por supuesto, la inercia propia del festival, su propio peso específico impide que aún este tipo de sucesos interrumpan su marcha, pero uno, una, yo por lo menos, no puedo dejar de preguntarme por qué no haber esperado al final del programa para efectuar el cambio del titular de la dependencia.

La pregunta puede parecer ingenua: los tiempos políticos se imponen, aunque no se haga explícito, a las agendas y programas de las áreas gubernamentales, sobre todo tratándose de sectores como el cultural. No quiero aquí elucubrar sobre las razones del cambio, me interesa más bien analizar el descuido creciente respecto al área Cultura que se manifiesta en momentos como éste.

Cuando bajo la gubernatura de Fidel Herrera se desvinculó Cultura, y su institución operativa en el Estado, el IVEC,  de la Secretaría de Educación para incorporarla al organigrama del Sector Turismo, la señal que se lanzó fue clara: la cultura es el barniz que hace brillar los escenarios turísticos, que los hace aún más lucidores, esa es su única y más clara función, por lo menos en la lógica del gobierno estatal.

En el Observatorio ya hemos tocado ese tema. En el post del 14 de marzo de 2011 decíamos:
"Es decir, el eje de articulación, y el verdadero motor de la SECTURC es el turismo. La cinematografía es una extensión de esta actividad, y la cultura en todo caso opera, desde una mirada folclórica, como un apoyo para la difusión del patrimonio veracruzano, ancla primera del encanto turístico. Las grandes iniciativas culturales provenientes del Estado no tienen sentido sin la base del beneficio turístico. Los festivales y los encuentros musicales son –por lo menos a los ojos del analista entusiasta- los actos ligados al sector cultural con mayor apoyo institucional. Los programas de lectura, el apoyo a las artes visuales y escénicas, los programas musicales diversos, la educación artística y la investigación asociada quedan muy por detrás. Por supuesto, no negamos la importancia del factor turístico y su potencial como detonador económico, pero al parecer la creación cultural y su administración son importantes mientras generen ganancias. Cómo se utilizan y reparten esas ganancias ya es otra historia…"

El nombramiento del nuevo titular de la SECTURC confirma esta hipótesis. Harry Grappa, empresario antes que funcionario público, es -para bien o para mal- bien conocido en el medio turístico. Las notas periodísticas que informaron sobre su llegada a la Secretaria abundaron sobre su presencia, acciones, antecedentes como empresario y como operador en el sector. Nada, o por lo menos nada que yo encontrara, sobre antecedentes, posturas o declaraciones que lo perfilen TAMBIÉN como cabeza del Sector Cultura estatal.

De hecho, su toma de protesta ante el Gobernador reseñada por la prensa nos habla del enfoque unidireccional hacia el turismo, de la invisibilidad de lo cultural:
"El gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa pidió al nuevo secretario de Turismo de la entidad, Harry Grapa Guzmán, desempeñar su nueva encomienda con toda responsabilidad y profesionalismo 'para consolidar la vocación turística que caracteriza a nuestra entidad, y que significa una de las grandes apuestas del estado para detonar el desarrollo en todas las regiones' ". ("Duarte urge consolidar vocación turística de Veracruz", nota del Universal Veracruz en línea, 2 de octubre de 2012)

En las reseñas de prensa se lee también cómo en la visión del Ejecutivo la cultura es elemento integrador de la lista de activos turísticos del Estado:
"Indicó (el Gobernador) que Veracruz es un estado que lo tiene todo, un estado que cuenta con una enorme riqueza natural, playas, bosque y selva; con una enorme tradición cultural, producto de nuestra gran historia y resultado también del trabajo y esfuerzo de muchas generaciones que han forjado el Veracruz de hoy." 

Se nos podrá decir que no importa en realidad que el nuevo titular no tenga experiencia en el sector cultura, que nunca haya operado dentro de él, que no esté cercano a la comunidad cultural y que entre sus tareas en la función pública nunca haya estado la gestión y operación en esta área. Que para eso está el director del Instituto Veracruzano de la Cultura. También se nos puede decir que el IVEC opera con mayores recursos que la misma Secretaría, que la plantilla de trabajadores y de vehículos, por ejemplo, es mayor, y que eso nos habla del peso que tiene la estructura pública cultural en el organigrama del gobierno. 

Sin embargo, el hecho de que el Instituto opere con una plantilla abultada (en la que también tiene que ver la cuota sindical de los trabajadores del estado) no significa necesariamente la valoración de su función. Además, si nos atenemos a lo ocurrido en los últimos cinco años, el Instituto ha perdido su capacidad rectora en términos de iniciativas, por lo menos en el ámbito de la programación de corte cultural, que se ha ido "espectacularizando", "festivalizando" de la mano de eventos como Cumbre Tajín. 

Personalmente me preocupa la lógica instrumental que la administración estatal muestra respecto a la cultura. No se trata de un fenómeno privativo de Veracruz, ni siquiera del país. La cultura enmarcada en tarjeta de presentación, en polaroid publicitaria de una región es objetivación viciada aquí y en China. El problema -en nuestro veracruzano caso- es que no parece haber rectificación del camino, no parece haber interés en explorar de forma creativa las posibilidades de lo cultural como bien social, como derecho, como -también- producto circulante. Seguimos usando la vieja fórmula, inaugurada en el sexenio de Miguel Alemán, de regalar cabezas olmecas para hacernos presentes en el mundo (oh, fantasma del exotismo que vendes tours all inclusive). 

Con todo en contra, espero sinceramente que si bien el nuevo secretario de Turismo no sea la cabeza (no olmeca) que el sector cultura aguardaba, sí se manifieste como un administrador capaz de darle su justo valor a la creación y circulación de los productos culturales. Un administrador que sepa generar las condiciones para que se formule una verdadera política cultural, no solamente acciones desarticuladas. Sinceramente...

11 de octubre de 2012

POSTERGACIÓN EXTRAORDINARIA

Por primera -y esperemos última- vez en el Observatorio, el post de esta semana se publicará la semana entrante, en razón de problemas que no hubo forma de conjurar. Suplicamos la comprensión de nuestros lectores. Nos leemos la semana entrante.

1 de octubre de 2012

Intermedio

Sobre globos, tradiciones y proyectos...

En Zozocolco, al norte del Estado, casi en la frontera con Puebla, desde hace algunos años se ha desarrollado la costumbre de fabricar y soltar globos de papel de china durante las festividades de la comunidad.

A tal grado que no solamente hay quien piensa -como ocurre con las dinámicas de la tradición- que esta costumbre es de data antiquísima e inmemorial (siendo que el fenómeno es relativamente reciente), sino que en sí esta práctica ha alcanzado vuelos -literales- altísimos.

Foto: Ishtar Cardona

Foto: Ishtar Cardona

Foto: Ishtar Cardona

 Es enormemente emocionante ver trabajar a los artesanos en sus creaciones y asistir a la expectación de la gente (local y visitantes) cuando se sueltan.


Foto: Ishtar Cardona

Un grupo de jóvenes del Barrio del Zapote se ha dedicado con mucha energía y talento a esta expresión, dándose a notar en poco tiempo por la calidad de su trabajo. Hace poco fueron premiados en Festival de Globos de Cantoya Paracho 2012.

Ellos trabajan en un cuarto que rentan en ese barrio de Zozocolco. Es un cuarto de paredes de carrizo. Cuando llueve tienen que detener el trabajo porque el agua se mete. Ellos compran el papel de china, el pegamento, la cinta adhesiva, el alambre, el cordel. Buscan en revistas de patrones de punto de cruz nuevos modelos para cuadrillar sus diseños. Han aprendido a implementar escalas y no, no usan programas de computadora, todavía, para generar modelos pixelados.


Foto: Ishtar Cardona

Los globos los regalan a la gente en las festividades para que los lancen durante los eventos. No cobran por ellos a menos que se les haga un pedido más grande. Lo hacen además de sus actividades normales. Reciben de vez en vez alguna ayuda por parte de las autoridades, y en ocasiones los contratan para dar un taller. Nos contaron sobre cómo a veces los llaman de Poza Rica a cambio de un pago de entre 200 y 400 pesos el día (a repartir entre tres o cuatro).

Y no, no se les ocurre quejarse. Y aceptan intercambios con otros grupos creadores (tienen por ahí un cuadro que les regaló un grupo de grafiteros a cambio de un taller).


Foto: Ishtar Cardona

Se nos ocurre que habría que encontrar formas, no paternalistas y no mercantilistas, de promover este trabajo. Asistir a sus eventos es una, pero habría que animar la circulación de sus creaciones para que esto les permita seguir desarrollando su creatividad y de alguna forma vivir de ello.


Foto: Ishtar Cardona

Por lo pronto nosotros les compramos varios globos para regalar a la familia y los amigos. Diez globos, hechos a mano, con su respectiva mecha, envueltos muy coquetamente, nos costaron el equivalente a una cena para dos.

A volarlos.

Acá un video del globo que fabricaron para el Xantolo del año pasado, en noviembre del 2011, con más de 4 mil pliegos de papel de china (casi tan alto como los campanarios de la iglesia). El globo de las Tres Vírgenes.