16 de enero de 2012

Las cruces de mayo en Alvarado: La cruz con sus orígenes

Esta semana continuamos con la entrega del texto de investigación Las cruces de mayo en Alvarado, evolución o pérdida de una tradición en la época de la globalización de Iskra Sabino.

Toca en esta ocasión subir la información referente a los antecedentes históricos de la cruz y su simbología en el pensamiento cristiano occidental. 
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Las cruces de mayo en Alvarado: La cruz con sus orígenes
Iskra Sabino
(Segunda entrega)
Capítulo II.

La cruz con sus orígenes paganos y religiosos.

 Visión de la Cruz. Rafaello Sanzio y discípulos. Estancias de Rafael, El Vaticano
 
2.1 Antecedentes históricos de la cruz


Los primeros antecedentes que se tienen del origen de la Cruz, se remontan hasta los tiempos del emperador Constantino con el supuesto hallazgo de Santa Elena al descubrir la verdadera Cruz en la que murió Jesús crucificado por los romanos.1 La religión explica, por medio de un suceso milagroso, el inicio de la veneración a este símbolo que ha tomado gran fuerza a través de los siglos. Pero en realidad, la historia muestra que esta celebración inicia con las fiestas populares romanas.

En el ensayo de Antonio Merino Madrid sobre fiestas populares se pueden encontrar dos tipos de fiestas litúrgicas dedicadas a la Cruz. La primera referencia que se tiene es la de la Invención de la santa Cruz el 3 de mayo y la segunda es el 14 de septiembre, con la Exaltación, donde se conmemora la consagración de las basílicas de Jerusalén, esta última es de origen oriental y no llegó a Occidente sino hasta finales del siglo VII a través del culto romano.2 Por lo tanto, la Invención de la Santa Cruz se conmemora en España desde los tiempos más antiguos, ya que aparece en todos los calendarios y en los inicios de la liturgia mozárabe, relacionándola siempre con el relato de Santa Elena. La tradición narra que el emperador Constantino, hijo de la que después sería Santa Elena, usó por primera vez el símbolo de la cruz, ya que en un combate con el emperador romano Majencio (la batalla del puente Milvio), soñó que en el cielo se le aparecía una cruz con estas palabras en latín: In hoc signo vinces, que significa: Con este signo (símbolo) vencerás:


Constantino hace caso de su sueño premonitorio, manda poner el símbolo en los escudos de sus soldados y en su estandarte, el labarum (lábaro), creyendo que con esto obtendría la victoria por ayuda divina. De esta manera, Constantino se convierte al cristianismo y en el año 313, en la ciudad de Milán (Italia), forma el famoso decreto reconociendo a los cristianos y otorgándoles la libertad para que puedan ejercer su culto.3


En la leyenda dorada de Santiago de la Vorágine, se pueden encontrar algunos antecedentes sobre la cruz, y la intervención de la emperatriz Elena en el “descubrimiento” de la “Verdadera Cruz” (la Vera Cruz). De la Voráguine cuenta que:


Después de la batalla donde Constantino se afianza como único emperador de Roma, Elena decide ir a buscar la cruz y para ello se instala en Jerusalén, pidiendo informes a los judíos sobre el lugar de la crucifixión, el monte Calvario o Gólgota. Cuando llegan al lugar, un judío de nombre Judas excava en el sitio y logra sacar tres cruces. Pero no se sabe cuál es la “vera cruz”, por lo que Elena hace que toquen el cuerpo de un joven muerto que llevaban a sepultar con los tres maderos, hasta que el joven resucitó al ser tocado por el último, como señal de que ése era el de Jesús. Después Santa Elena mandó una parte de la cruz a su hijo Constantino que estaba en Roma y otra parte la dejó en Jerusalén, conservada en un estuche de plata.4



Esta leyenda hace del Emperador Constantino el arquetipo del príncipe cristiano, convirtiéndolo en la perífrasis de diversos relatos extraordinarios. Pero en la Lex Romana Visigothorum, divulgada por Recesvinto en el año 654 y reformada por Revigio en el 681, nos encontramos con que esta celebración precede los tiempos del emperador Constantino.5




El testimonio más antiguo que existe sobre la conmemoración en España del culto a la Cruz data de la primera mitad del siglo VII donde ya se aseveraba la existencia de algunos vestigios de la Cruz en Iglesias de Mérida y Guadix. Pero en realidad el culto a la Cruz es todavía mucho más antiguo pues es en el año 599, donde se asegura que en la Catedral de la Santa Cruz se ofició el II Concilio de Barcelona. Es a partir de estos antecedentes que se puede notar que existen variables infinitas acerca de las fechas exactas sobre el origen del culto a la Cruz. Se dice que cuando la presunta Cruz de Cristo fue hurtada el emperador Heraclio logró rescatarla en el año 614.



Cuenta la tradición que cuando la cruz volvió a Jerusalén el emperador organizó una gran comitiva para recibir la cruz, figurando él recubierto de lujosas ropas y ornamentos. Ocurrió entonces que le sobrevinieron grandes problemas para caminar, ante lo que el arzobispo de Jerusalén le pidió que se despojase de tanta riqueza ya que eso estaba en desacuerdo con la humildad de Cristo. Heraclio hizo esto y la comitiva pudo proseguir su traslado. Para evitar más robos la cruz se dividió en varios trozos fue hecho astillas para repartirla por diversos templos de todo el mundo, que se llamaron “Veracruz” o Lignum crucis.6



Los datos que existen sobre el origen de la fiesta popular de la Santa Cruz, son muy escasos, teniendo como única referencia algunos testimonios que se remontan al siglo XVIII. Pero esto no supone que la celebración no existiera desde antes. Para determinar los orígenes de esta fiesta popular se tiene que hacer referencia a una serie de celebraciones paganas. Las festividades de la Cruz se celebran desde tiempos muy antiguos en el mes de mayo porque se considera que éste marca la magnificencia de la naturaleza con la llegada de la primavera.



Entre las festividades paganas se puede mencionar la de “las mayas”, en honor al mes de mayo.7 Esta celebración de tipo alegórico tenía como figura principal a una niña (la maya) que era vestida de blanco y se le coronaba con flores. Esta niña era acompañada por una corte que estaba integrada por jovencitas que vestían engalanadamente y pedían “un cuartito para la maya, que no tenía manto ni saya”.8 En algunos pueblos de España se sigue festejando esta tradición, instalando en las plazas principales o en otros lugares, que han sido designados por la herencia popular, un árbol que lleva por nombre mayo, el cual se adorna con flores, cintas, ramas, frutos, pañuelos de seda y prendas de vestir. Y al ser éste el centro de la celebración, las personas que asisten al festejo también bailan a su alrededor.



Es evidente que aún es tema de diversas controversias el origen de las celebraciones populares que conmemoran el mes de mayo. En el Renacimiento algunos escritores concluyeron que el nacimiento de estas celebraciones provenía de ciertas festividades grecolatinas. Uno de ellos fue Polydoro Virgilio, escritor italiano del siglo XVI, que dedujo que estas celebraciones se desprendían de las festividades romanas que se celebraban en honor a Flora, la diosa de la vegetación y las flores. La tradición también la relaciona con el festejo a Vulcano y a las deidades Maia y Ops.9 Otra de estas leyendas romanas habla de Attis, un hermoso joven al que la diosa Cibeles le confirió la custodia de su templo, pero con la condición de que conservara eternamente su virginidad. Attis al conocer a la ninfa Sagaritis olvida esta promesa y se entrega a los placeres del amor, perdiendo así su virginidad, la diosa Cibeles al darse cuenta de aquella falta derriba el árbol del cual pendía la vida de la ninfa provocando su muerte, Attis ante aquel suceso se vuelve loco y se castra. La diosa al contemplar lo que le había ocurrido a su guardián, decide perdonarlo y lo recibe nuevamente en su templo. Es así que se celebraba una fiesta recordando la muerte y la resurrección de Attis que coincidía con el equinoccio de la primavera.10 Pero al imponerse el cristianismo, que veía de forma inmoral e irreligiosa este tipo de rituales paganos, todas estas tradiciones romanas cambiaron y se fueron adaptando al nuevo culto cristiano, colocando el símbolo de la Cruz como el centro de la celebración.



Después de hacer referencia a algunas de las tradiciones paganas que dieron paso a la fiesta de la Cruz de Mayo, debo mencionar que fue en la ciudad de Sevilla y en el apogeo del barroco, que esta celebración tomó mayor preeminencia y así permaneció hasta principios del siglo XX. Pero debido a que en esta zona la Semana Santa y la Feria de abril, tomaron mayor importancia para los pobladores del lugar, le fueron restando importancia a ”Las Cruces de Mayo”, sobre todo porque la Romería del Rocío se fue haciendo más popular y coincidía con la fiesta de las Cruces.11



La fiesta de las cruces, que actualmente se celebra en el puerto Alvarado, surge como una réplica de las festividades del jueves de Corpus.12 En ésta celebración se puede ver la mezcla que los lugareños hacen con la religión, la danza y el canto. 

 
2.2 Simbolismo y significado de la cruz.


La adoración a la cruz existe dentro del imaginario cultural en sociedades tan antiguas como la egipcia y la china. Estas primeras culturas vieron en este símbolo la unión del cielo y la tierra, mezclando tiempo y espacio, creando un cosmos en el que todos los símbolos se fusionan y forjan la cruz. Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, recopilan algunas apreciaciones acerca de los símbolos religiosos, es así como el simbolismo y significado de la cruz descubren su permanencia dentro de diferentes culturas y su largo recorrido histórico.1



La cruz es uno de los símbolos que se registran desde la más remota antigüedad: en Egipto, en China, en Cnosos de Creta, donde se ha encontrado una cruz de mármol que data del siglo V a. C. La cruz es el tercero de los cuatro símbolos fundamentales, con el centro, el círculo, el cuadrado. Establece una relación entre los otros tres: por la intersección de sus dos rectas que coincide con el centro, abre éste al exterior; se inscribe en el círculo y lo divide en cuatro segmentos; engendra el cuadrado y el triángulo, cuando sus cuatro extremidades se enlazan con cuatro rectas. La simbólica más compleja deriva de estas simples observaciones: ellas han dado nacimiento al lenguaje más rico y más universal. Como el cuadrado, la cruz simboliza la tierra, pero expresa sus aspectos intermediarios, dinámicos y sutiles. La simbólica del cuatro se liga en gran parte a la de la cruz, pero sobre todo cuando designa un cierto juego de relaciones en el interior del cuatro y del cuadrado. La cruz es el más totalizante de los símbolos conocidos... 2


El significado de este símbolo universal es descrito como una totalidad que ha sido adoptada al pasar de los siglos por diferentes culturas, manifestando su esencia ideológica:


La cruz posee también el valor de un símbolo ascensional. En una adivinanza germánica medieval, se habla de un árbol cuyas raíces están en el infierno y cuyo vértice está en el trono de Dios y que engloba al Mundo entre sus ramas, y este árbol es precisamente la cruz. En las leyendas orientales la cruz es el puente o escala por donde las almas de los hombres suben hacia Dios. En ciertas variantes, el plano de la cruz tiene siete escalones, así como los árboles cósmicos representan los siete cielos...3



El símbolo de la conquista cristiana fue precisamente la cruz; al arribar los primeros españoles también pisó tierra la tradición cristiana, prometiendo la salvación y la pasión de Cristo a los mexicas. Un mundo desconocido comenzaba a ser descubierto por los nativos de la tierra de Atlizintla.



La tradición cristiana ha enriquecido prodigiosamente el simbolismo de la cruz, al condensar en esta imagen la historia de la salvación y la pasión del Salvador. La cruz simboliza al Crucificado, Cristo, el Salvador, el Verbo, la segunda persona de la Trinidad. Es más que una figura de Jesucristo, se identifica con su historia humana y hasta con su persona.4



La iconografía cristiana ha utilizado el símbolo de la cruz para expresar el sufrimiento de Cristo. “Donde está la cruz está el Crucificado”.5 Distinguiendo así cuatro tipos fundamentales: la cruz sin cúspide (la tau T); la cruz con cúspide y de un solo travesaño; la cruz con cúspide y dos travesaños; la cruz con cúspide y tres travesaños.6 La cruz de un travesaño simboliza el Evangelio:



Sus cuatro ramas simbolizan los cuatro elementos que han sido viciados en la naturaleza humana, el conjunto de la humanidad atraída hacia Cristo desde las cuatro partes del mundo: las virtudes del alma humana; el pie de la cruz hincado en la tierra significa la fe asentada sobre profundos fundamentos, la rama superior de la cruz indica la esperanza subiendo hasta el cielo; la anchura de la cruz es la caridad que se extiende hasta los enemigos; la longitud de la cruz es la perseverancia hasta el fin...7





También se deben mencionar la cruz de la pasión y la cruz de la resurrección; la primera evoca los sufrimientos y la muerte de Cristo, la segunda,
la victoria de la vida eterna sobre la muerte. “Por esta razón está generalmente adornada con una insignia o una llama y semeja un estandarte o lábaro, que Cristo blandiría lanzándose de la tumba y “cuyo mango se termina en cruz en lugar de aguzarse en pica... Ya no es árbol, como en la cruz de pasión, sino un bastón...” 8 Para los habitantes del Puerto de Alvarado la cruz ha adoptado otros significados religiosos y por lo tanto, espirituales. La adoración a la “Cruz de Mayo” actualmente representa otro tipo de funciones dentro de la sociedad alvaradeña, que sin olvidar sus orígenes cristianos, evoluciona a través del tiempo para mostrarse como un híbrido cultural.



La celebración de la Cruz de Mayo es un fenómeno que se repite cada año en el puerto. Esta tradición ha sido adoptada por los lugareños como el medio que muestra una parte de la riqueza cultural del sotavento. La fiesta funciona como el punto en el que se congrega la sociedad alvaradeña y en la que su interacción presenta variaciones dentro del mismo comportamiento social, como consecuencia de los cambios dinámicos de la realidad y no pudiendo evitar el efecto de las variaciones externas que se dan dentro de las estructuras sociales y políticas en todo el mundo. Pero a pesar de las transformaciones político-sociales la población no deja su sentido de identidad a un lado, ya que adapta sus creencias a la actualidad. El motivo principal de esta reunión sigue siendo presenciar la ceremonia con la que se recuerda la muerte de Cristo y su resurrección, simbolizada por las “Cruces de Mayo”.



La fiesta también expresa la individualidad y la colectividad uniendo el pasado con el presente; solamente así se puede concebir la tradición, como un todo que no acaba. Manuel Jiménez Castillo expone en su libro La Cruz de Mayo, la siguiente observación:



Para los alvaradeños, tanto de la ciudad como de la periferia, la significación de la cruz es algo difícil y complejo de explicar, hay diferentes interpretaciones sobre su significado. Generalmente, en primera instancia, se asocia la cruz a dos deidades principales: a Cristo y a la Virgen María y, en forma secundaria, con las mismas personas o con la colectividad. Muy significativa es también la asociación representacional que se hace entre la cruz de madera y el rosario (ambos entrelazados) que se colocan en el centro del altar; se dice que el rosario representa las tres etapas que Jesús tuvo en la vida, simbolizada en el rosario, por los misterios gozosos, gloriosos y dolorosos; además:



(...) el rosario, aquí en Alvarado representa también a Nuestra Patrona, la Santísima Virgen del Rosario [...como los misterios con Jesucristo, la Virgen y su Hijo son algo que siempre va con nosotros, sus hijos (...)


Cabe señalar que las diversas asociaciones que se hacen entre la cruz-rosario y Jesús-María, es en varias de sus respectivas advocaciones. Cuando se habla de la significación de la cruz, siempre se parte de la idea de una cruz sacrificial; esto es, del madero en cruz donde fue sacrificado “Jesús Nuestro Señor”. A partir de aquí, los informantes alvaradeños hacen sus múltiples interpretaciones, siempre usando términos tales como “la cruz es...”, “la cruz significa...”, “la cruz representa...”, la cruz rememora a...”, “la cruz nos recuerda a...”, “la cruz tiene que ver con lo tocante a...”, “la cruz nos lleva a pensar con...”, “la cruz está asociada a...”, “la cruz tiene relación con...”9


El estudio etnográfico de Jiménez Castillo muestra los diversos significados a los que está entrelazado el símbolo cristiano, y que la sociedad alvaradeña se siente plenamente orgullosa por alabar el sagrado símbolo del la cruz. Esa cruz que antaño fuera el símbolo de la imposición católica, con el paso del tiempo se convirtió en el símbolo de una fe absoluta.

(CONTINÚA EN LA SIGUIENTE ENTREGA)

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 Notas 2.1
1 Cfr. Manuel Jiménez Castillo, op. cit., p. 21
2 Idem.
3 Ibídem, p. 22.
4 Idem.
5 Ibídem, p. 23.
6 Cfr. Idem.
7 Idem.
8 Cfr. Idem. [citado por el autor]
9 Manuel Jiménez Castillo, op. cit., pp. 151-152.


 Notas 2.2

1 Cfr. Ignacio Cabral Pérez, Los símbolos cristianos. Trillas, primera edición, 1995, México, p. 71.
2 Julio Domínguez Arjona, Cruz de Mayo.
http://www.degelo.com/sevilla/sev2.htm. Consultada el 15 de octubre de 2008.
3 Ignacio Cabral Pérez, op. cit., pp. 71-72.
4 Ibídem, p. 72.
5 Cfr. Julio Domínguez Arjona, op. cit.
6 Julio Domínguez Arjona, op. cit.
7 Cfr. Portal de difusión cultural y turística de la provincia de Sevilla (España).
http://www.sevillaweb.info/ocio/cruzmayo/cruzmayo.html. Consultado el 17 de octubre de 2008.
8 Ibídem. Portal de difusión cultural y turística de la provincia de(España) 
9 Cfr. Julio Domínguez Arjona, op. cit.
10 Cfr. Ibídem.
11 Cfr. Idem.
12 Cfr. Folleto de la Casa de Cultura de Alvarado “Narciso Serradel Sevilla,” Cruces de Mayo”, Instituto
Veracruzano de Cultura, p. 6.

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