20 de febrero de 2012

Las cruces de mayo en Alvarado: Entre lo tradicional y lo actual, el devenir cultural de Alvarado


Publicamos la cuarta entrega del texto de investigación Las cruces de mayo en Alvarado, evolución o pérdida de una tradición en la época de la globalización de Iskra Sabino.

Toca presentar la reflexión que la autora hace sobre la existencia de tradiciones en un contexto socioracialmente fragmentado, como es el caso de Alvarado. 
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Las cruces de mayo en Alvarado: Entre lo tradicional y lo actual, el devenir cultural de Alvarado
Iskra Sabino
(Cuarta entrega)
Capítulo III.



3.1 Evolución o pérdida de una tradición

En la actualidad, existe una constante preocupación por preservar las tradiciones, herencia de nuestro legado histórico-cultural y producto del mestizaje entre indígenas y españoles, mismo que ha perdurado por medio de diferentes testimonios que documentan el encuentro cultural “accidental” que es, para la mayoría de los pobladores del México actual, la fusión de dos razas; la herencia más preciada que nos pudo otorgar ese encuentro de culturas o la maldición del recuerdo constante de un abuso histórico que convirtió a los conquistados y a sus descendientes en víctimas del despotismo de la invasión española.

Para algunos este fue un encuentro muy bien aprovechado por los peninsulares, ya que para los indígenas este suceso señalaba el posible regreso de Quetzalcóatl, para otros, significó un hecho inevitable, pues las conquistas son un fenómeno mundial que se originaron como parte de un proceso histórico que han marcado la evolución y la supervivencia de la humanidad. Y para muchos de los pobladores del puerto de Alvarado este encuentro de culturas determinó su destino dentro de la historia, como sucedió en todo México, dando como resultado final el mestizaje y la creación de una nueva nación. Pero hay que recordar que este no sólo fue el choque de dos civilizaciones sino que entre el indígena y el europeo también existió la raza negra que sufrió todavía más la barbarie del blanco. Pero ese pasado trágico ha quedado en el olvido, en el rezago de la memoria histórica, en los libros y en las múltiples leyendas que cuentan los abuelos o los amantes de la historia sotaventina. Pero al momento de iniciar el planteamiento de los conflictos que se encontraron en el puerto, se reveló un creciente sentimiento de orgullo ante el hecho de ser legatarios de españoles, y no me refiero únicamente a su herencia cultural o histórica, sino también a la idea que poseen muchos de los lugareños de ser parte de una de las estirpes europeas. La sensación que manifiestan al creer que su ascendencia española es más llana o pura, enaltece su ser; hasta el punto de negar su mestizaje, probablemente de una forma algo inconsciente. Hubo un hecho que debo admitir me sorprendió, pues después de realizar varias entrevistas, pude percibir que parece existir un poco más de reconocimiento y respeto a la cultura negra que a la indígena, el cual de todas formas no supera el ideal de pertenencia a la raza hispana. Para muchos de los alvaradeños es un orgullo que por sus venas corra la sangre de aquellos españoles que provenían de diferentes provincias de la península Ibérica, sobre todo de Andalucía y Sevilla. Esta herencia cultural se quedó plasmada en el baile y en casi todas sus celebraciones, manifestando también de esta forma, su ferviente fe por la tradición católica.

Durante la investigación de campo y por medio de la recopilación de algunas declaraciones de los pobladores, que han jugado un papel importante en el “rescate” cultural de la zona. También subsiste una conciencia del mestizaje pero que ante dichos testimonios se percibe una cierta negación de su pasado indígena. Estos argumentos también señalaron que prevalece una noción de mayor respeto ante el legado africano, dejando atrás la poca o mucha influencia de los indígenas. En una de las entrevistas realizadas al doctor en derecho, René Gastón Hernández Santiago, declaró que en Alvarado la influencia indígena, al menos en el baile, era nula. Asimismo comentó que la mayoría de los apellidos de las familias alvaradeñas eran propiamente españoles.1
 
Ante esta afirmación hay que recordar que la mayoría de los indígenas que fueron convertidos por su propia voluntad o por medio de la fuerza, al catolicismo, se les asignaron nombres y apellidos cristianos, así que se tendría que realizar una investigación aparte para saber cuántos de estos pobladores son descendientes directos de los europeos. No olvidemos que hubo una gran influencia negra, por lo tanto, esta absurda suposición no quiere decir que todos los habitantes de Alvarado tengan más sangre española que negra o indígena. Son simplemente producto de un mestizaje que debido a las circunstancias del momento se les tuvo que castellanizar, en el amplio sentido de la palabra, y una de esas formas fue el bautismo como acción de purificación de las almas perdidas, según la creencia española.

Vean vuestras reales majestades si deben evitar tan gran mal y daño, y cierto sería Dios Nuestro Señor muy servido, si por mano de vuestras reales altezas estas gentes fuesen introducidas e instruidas en nuestra muy santa fe católica y conmutada la devoción, fe y esperanza que en estos sus ídolos tienen, en la divina potencia de Dios... Es de creer que no sin causa Dios Nuestro Señor ha sido servido que se descubriesen estas partes en nombre de vuestras reales altezas para que tan gran fruto y merecimiento de Dios alcanzasen vuestras majestades, mandando informar y siendo por su mano traídas a la fe estas gentes bárbaras, que según lo que de ellas hemos conocido, creemos que habiendo lenguas y personas que les hiciesen entender la verdad de la fe y el error en que están, muchos de ellos y aun todos, se apartarían muy brevemente de aquella errónea secta que tienen, vendrían al verdadero conocimiento...2


Lo que esta investigación arroja, es esa nueva forma de ver la cultura y de aceptar las creencias religiosas, en este caso el catolicismo. Cada uno de los individuos, los cuales pertenecen a un mismo círculo social, conciben de diferente manera la celebración de una tradición que ha sido, desde sus inicios, totalmente popular y que al mismo tiempo es producto de sus creencias religiosas. Pero que al paso del tiempo presenta variaciones, y es que con la integración de otra tradición, la del Arroz a la Tumbadaha surgido un sentido totalmente diferente al de “Las cruces de Mayo” y que es vista, por algunos de los lugareños, como una forma antagónica de la celebración religiosa. Ya que rompe totalmente con la tradición que ha sido concebida por siglos de forma solemne. 
 
(CONTINÚA EN LA SIGUIENTA ENTREGA)

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Notas 3.1

1 Comunicación personal del 23 de mayo de 2008, en el puerto de Alvarado, Veracruz, al Dr. en Derecho, René Gastón Hernández Santiago.
2 Hernán Cortés, “Primera Carta-Relación de la Justicia y Regimiento de la Rica Villa de la Vera Cruz a la reina Doña Juana y al emperador Carlos V, su hijo.- 1º de julio de 1519”. Cartas de relación, Nota preliminar de Manuel Alcalá, de la Academia Mexicana de la Lengua. Porrúa, Sepan Cuantos. 2002. pp. 26-27.

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