20 de junio de 2010

El milagro vino del cerro

Esta semana Semeí Prado Fitta nos escribe, en respuesta y acompañamiento al texto publicado en nuestro post anterior, sobre la gestión cultural desde la mirada organizativa de la contaduría; retroalimentación que no experimentamos muy habitualmente.

Originaria de Tomatlán, Veracruz, Semei es contadora con maestría en finanzas, a la vez que cantante mezzosoprano. Actualmente está estudiando en la Escuela de Formación Musical del Centro de Veracruz y es la Secretaria General de la Asociación de Creadores para el Desarrollo Social, A.C.
Gracias, Semei, por tu aporte al Observatorio. Esperamos no sea el último.

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En mi experiencia como cantante lírica y como promotora cultural he descubierto con grata alegría a muchos talentos veracruzanos y a veces me pregunto ¿qué pasaría si todo este capital humano tuviera oportunidades para ser formado y difundido? Seguramente seríamos la entidad más importante en cultura de México.

Hace un par de años pude comenzar a contribuir en una organización que funda bibliotecas, hace festivales democratizadores, redes de artistas y científicos, alianzas con medios de comunicación y acuerdos con instituciones públicas y privadas a favor de la educación y la cultura. Esta oportunidad de trabajar de manera sistemática con objetivos y misión puede medir su impacto, cosa que me agrada y me convence porque un enorme grupo de activistas culturales cree que las matemáticas están peleadas con la producción de actividades o el desarrollo de ideas.

Como contadora me parece importante que todos los que tienen que ver con el desarrollo cultural, sea de gobierno o independiente, deben administrarse de la mejor manera porque no podemos seguir creyendo que “los aproximados” son lo correctamente planeado. Lo cierto es que si a alguien no le gusta realizar dichas acciones básicas para el crecimiento de eventos, organizaciones y propagación de vanguardias -entre otros- debe buscar a alguien que se integre a su equipo y le auxilie.

Desde hace un año la asociación a la que pertenezco me invitó a coordinar un programa de capacitación a actores culturales que fue creado para poder llevar a cada artista, científico, realizador o gestor información sobre impuestos, administración y obtención de fondos que actualmente está ya funcionando con un matiz rural ya que se encuentra funcionando en un sector que también estaba desprotegido: los artesanos y productores del campo.

La primera parte del Taller de Formación para el Desarrollo Socio-Cultural reúne a todos: campesinos organizados, promotores de lectura, directores de escuelas de arte, gestores, etcétera, con el objetivo de cumplir la misión de nuestra asociación: promover la igualdad y la democracia en México integrando a todos los actores sociales preocupados y ocupados por nuestro país. Después se generan las debidas segmentaciones y se avanza con relatores de experiencias en la organización de festivales, edición de libros, dirección de casas de cultura o manejo de medios para conducir a los participantes hasta llegar a optimización de recursos enfocados a la publicidad o propaganda y el marketing cultural.

Lo más importante del taller es que para todos los independientes el valor de la actividad es cero pesos para que todos podamos iniciar a recorrer un camino de compañerismo y enseñanza-aprendizaje capaz de enriquecernos mutuamente y de manera sistemática. Hay ciertos requisitos para poder recibirlo o pedirlo, el primero y básico es entender que los proyectos que realicen los participantes deben tener una estructura y objetivos a plazos con un máximo de cinco años y un mínimo de tres.

Estoy convencida, como la Asociación de Creadores propone, que ya no podemos tener esperanza, es hora de hacer nuestros sueños realidad. Para esperar todo del gobierno hay que sentarse -generalmente en posturas incómodas- que al final no nos llevan a la realización del 100% de lo que queremos para los creadores y los públicos. Al final si queremos que las cosas salgan como deseamos debemos hacerlas nosotros.

El día 18 de junio fuimos testigos y artífices de un milagro en Veracruz, logramos inaugurar una biblioteca comunitaria en San Bartolo, Córdoba, que cuenta con setenta y siete habitantes, de los cuales veintidos son niños y sólo tienen un ciudadano bilingüe (náhuatl- español). La biblioteca lleva por nombre el del escritor cordobés Fernando Pérez Barragán. La inauguración en plena sierra veracruzana, en esa ranchería, se realizó de manera espectacular ya que la orquesta sinfónica infantil y juvenil de Córdoba así como el Coro Infantil de aquella ciudad, dirigidos por el respetadísimo maestro Salomón Hernández, ofrecieron un concierto para los habitantes del lugar y algunos invitados, así pues entre libros, música clásica, jazz y de Gabilondo Soler se festejó la siembra cultural que al finalizar abrió paso a una gran convivencia en donde escritores, músicos, gestores y oriundos del lugar comimos barbacoa, consomé, arroz, frijoles, tortillas y mixiotes.

Cualquier persona que desee acercarse al taller gratuito que ofrecemos puede comunicarse a través del correo asociaciondecreadores@gmail.com o del teléfono (271) 712 9504.

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