14 de mayo de 2012

Los Indignados de Veracruz

Como publicamos en nuestro Intermedio anterior, el pasado viernes 4 de mayo hacia las 12 hrs., un grupo de inconformes con la tala de árboles en la Alameda Díaz Mirón -quienes se hacen llamar los Inginados de Veracruz- fueron agredidos mientras se manifestaba frente al Ayuntamiento del Puerto de Veracruz. 

Queremos, en solidaridad con quienes actúan y esperan por un cambio profundo en la forma de tratar los asuntos públicos en Veracruz, subir un texto escrito por Alberto Córdoba, antropólogo porteño, fundador del proyecto La Casa Verde Ecomuseo, espacio para el aprendizaje ambiental. Alberto fue uno de los manifestantes agredidos. 

Este texto ya lo habíamos subido como Intermedio el pasado 12 de marzo. Lo subimos ahora como post de análisis.
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Los Indignados de Veracruz
Alberto Córdoba
 
Todo inicia a partir de una diferencia con las autoridades, ya que no disfrutan ni admiran un árbol majestuoso, no ven el movimiento en la forma de las ramas, su lento crecer en el tiempo. Cuando un rayo de luz se cuela entre la fronda y dibuja el piso con su sombra, tampoco lo ven.

Anciano. Foto: Ángel Lagunes
 Si una parvada de loros llega sobre un árbol, haciendo gran alaraco, tampoco lo ven. 
 
No ven realidad. Olvidado el pasado desconocen el presente y olvidan el futuro. Si no ven a la memoria tampoco sabrán ver su camino. Tal vez no recuerden que alguna vez la gente que vivía en la Avenida Salvador Díaz Mirón, esperaba oír la música para sacar sus sillas y sentarse a ver pasar el desfile del carnaval, y que en las noches había bailes de son montuno y danzón en la alameda. Tampoco recuerdan los cines viejos, y de lo bonito que era caminar por lo que alguna vez se llamó Paseo de los cocos, Av. La Libertad y posteriormente Av. Salvador Díaz Mirón, sus doscientos años de historia evidentemente son de su completa ignorancia. Ellos ignoran, no tiene memoria.
Aún están entre nosotros algunas ceibas como testigos de nuestra historia, ahí están viviendo sus últimos días, ¿quién va a ir con ellas a platicar en lo que se cumple su sentencia de muerte? Su delito es tener memoria, tener raíces hondas y fuertes. Su imponencia ya antes había sido vejada cuando cortaron sus frondosas ramas. Muchas capas de cal sobre su tronco, a sus pies la basura de una sociedad indiferente. 

Manta. Foto: Ángel Lagunes
 Árboles sagrados para la gente antigua, hoy quienes gobiernan no las aprecian, quienes gobiernan e imponen su decisión, solo ven el beneficio propio e inmediato en el espejo roto de su ignorancia, en su futuro ciego y perdido. Alguien gritó hasta la muerte y de impotencia se murió, eso tampoco lo vieron.

Como a un árbol cortan la cultura en Veracruz, arrancándola desde abajo, desde sus raíces que son los espacios públicos; el tronco son las personas, el follaje y los frutos del árbol, son la tradición y la creación cultural.

Mono Blanco en la protesta del Parque Zamora. El chuchumbé.
 
Mientras las ciudades más importantes del mundo –como alguna vez lo fue Veracruz-conservan sus edificios y monumentos históricos en buen estado, al igual que los jardines, parques y espacios públicos, en Veracruz se deja morir el centro histórico despojándolo de su identidad, por una fachada hueca para el turismo, que seguramente disfrutaría más con un centro histórico bien conservado, al igual que sus playas, arrecifes, manglares y dunas. ¿Acaso no ven las autoridades que un hotel encima de la playa no es realmente atractivo? ¿Qué facultad rige sus decisiones? Seguramente la corrupción, pues no hay proceder racional alguno en sus actos, pues olvidan la memoria de los viejos y oscurecen el futuro de los nuevos.

Para el que abre los ojos llega la indignación y se siente en Veracruz como en todo el mundo. Indignados por la indiferencia y falta de respeto con la vida, los indignados nos agrupamos para actuar positivamente por nuestro entorno y nuestra sociedad. Ejerciendo como sociedad civil una advertencia y acción cuando las autoridades fallan en su deber.

Ingenuos y Ciudadanos. Foto: Ángel Lagunes
En México se tiene un importante camino recorrido en materia de protección del patrimonio histórico y cultural, mediante leyes. Esto inicia en 1784 cuando el gobierno colonial se empieza a interesar por las exploraciones arqueológicas, de lo que deriva la creación de la Junta de Antigüedades en 1808. Esto se interrumpe con la guerra de independencia y Agustín de Iturbide lo restablece en 1822. En 1897 surge la Ley sobre Monumentos Arqueológicos, en 1914 la Ley sobre Conservación de Monumentos Históricos y Arqueológicos y Bellezas Naturales. La sensibilidad de los gobiernos se vio reflejada en diversas leyes a lo largo de casi todo el siglo. Actualmente la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos, e Históricos, que es la que nos rige en materia de patrimonio cultural. En el artículo 2 se platea un vínculo entre el INAH y el INBA con las asociaciones civiles, juntas vecinales y uniones de campesinos para preservar los bienes culturales de la nación, su regulación obedece a los tres niveles jurídicos: El poder ejecutivo -de donde sale CONACULTA y se desprenden el INAH y el INBA-, El poder legislativo –senadores y diputados- y el poder judicial. Así que aquí está bien claro quién falló y que los ciudadanos hemos actuado responsablemente por el respeto a la vida y el cumplimiento de nuestras leyes. 

Público
El cinismo de las autoridades y la arbitrariedad con la que ejercen el poder, les impide nuevamente ver, darse cuenta que su obra está mal hecha. El nivel de la calle quedó por debajo del original por lo que las raíces de los árboles quedan expuestas, tampoco ven que en el espacio donde se supone se van a orillar los camiones a recibir pasaje, no hay alcantarillas lo que traerá problemas de insalubridad, tampoco ven que las banquetas recién hechas ya están cuarteadas, y que las alcantarillas que dejan abiertas y las zanjas son un peligro para los peatones que buscan por donde caminar. Y en el país de nadie ve, los ciudadanos tampoco ven que si su dinero se usara de manera diferente por quienes gobiernan, nuestro país sería mucho mejor.

Niño. Foto: Ángel Lagunes

Las fotos son de Ángel Lagunes (cortesía de Manuel Polgar).

1 comentario:

Cristian dijo...

A favor de los indinados realemnte una verguenza que tengan que reprimir o que los agredan por preocuparse por la forma de tratar los problemas medioambientales de veracruz