3 de diciembre de 2012

Intermedio

El pasado martes 27 de noviembre en el Diario Oficial de la Federación se anunciaron a los ganadores del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2012. Esa misma tarde se efectuó la ceremonia de premiación en Los Pinos.

En el área Artes y Tradiciones Populares los designados son Antonio Camilo Bautista Jariz, músico rarámuri; la Cofradía de San Juan Bautista y la Comunidad de Músicos Tradicionales formada por las Familias Vega-Utrera, músicos jarochos.

Es la primera vez que el premio se concede a una entidad conformada por una red de creadores pertenecientes a familias diferenciadas. Y para nosotros es una gran alegría que Don Andrés Vega sea nuevamente reconocido en vida. Lamentablemente Don Esteban Utrera ya no llegó, pero quedan sus hijos, sus nietos, para recoger la memoria y multiplicarla. Un aplauso y un abrazo apretado a los vivos -y que nos duren mucho más- y un recuerdo agradecido a los que se fueron caminando por los senderos del son.


Fragmento del video Vivencias, historias y son jarocho narrados por Don Andrés Vega. 


Video de la ceremonia de entrega del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2012. 
A partir del minuto 46 se hace la mención del premio entregado a las familias Vega-Utrera

26 de noviembre de 2012

Viva la Revolución...

Tristes tiempos.  

En el Observatorio ya hemos abordado el lazo existente entre cultura y derechos. No en el vacío se posiciona la UNESCO en la Declaración de México de 1982: "(la cultura) engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias..."

Derechos fundamentales. Por vida de todos los santos, derechos fundamentales. Opinar, disentir, expresarse. Caminar por las calles de nuestras ciudades. Reunirnos para intercambiar. En los espacios físicos y en los espacios de internet.

Caterina Camastra reflexiona sobre las detenciones llevadas a cabo en Xalapa el pasado 20 de noviembre. Arbitrarias, sin nombre, sin rostro, sin madre. Por el hecho de disentir. Con globos, con gises, con palabras. No con armas como cantó la versión oficial. 

Desde acá, desde nuestro mínimo butaquito virtual, denunciamos el estilo gangsteril de nuestra pretendida democracia veracruzana, en la que al parecer el changobananerismo, la ley del más gandalla, el juego de la mochiganga se entronizan cada vez más. 

Citando a Caterina: "Me preocupa y me da francamente miedo. El ejercicio de la libertad de expresión, que solemos practicar varios de los que aquí en este blog escribimos y leemos, ya es a fines prácticos un delito, que de buenas a primeras puede granjearnos una detención arbitraria por cualquier hijo de vecino como nosotros, sin credenciales ni identificaciones, es decir, sin rostro, ni personalidad jurídica, ni, menos, responsabilidad."

_________________________________________________
Viva la Revolución...
Caterina Camastra


Varios de nuestros lectores han de estar enterados de lo que sucedió en Xalapa este martes pasado, 20 de noviembre de 2012: un grupo de jóvenes fueron detenidos para que no pudieran acudir a la manifestación de protesta convocada por el Frente vs. La Imposición. 


Flyer difundido en las redes sociales

Unas horas después, fueron liberados sin cargos, aunque los cables oficiales de última hora dicen que siempre sí estaban armados. Relaciones de los hechos, testimonios de los protagonistas y otra información relevante puede ser consultada en la red: 

Yo sólo pretendo contribuir algunas reflexiones al margen de la que me parece la gravedad de lo sucedido. Ya pasaron unos días, suficientes muchas veces a despojar un suceso como este de todo interés: vivimos en un constante flujo de noticias, que en su mayoría son alarmantes, preocupantes, o de plano horribles, así que no sé si estamos más desbordados por la información o la desgracia. El mismo ejercicio del derecho a la reflexión es un intento de recobrar algo de sentido, un granito de resistencia ante los arrolladores que estos tiempos se pueden poner.

Vaya Atenas veracruzana, que reprime y detiene justo a quienes deberían ser sus ciudadanos ilustres (amén de ser, como son, la columna principal de la precaria economía de la ciudad): los estudiantes. Pero ya quién se va a sorprender de eso, por estos tiempos aciagos. Claro que estábamos contentos -los que liberaron, los que estuvieron, los que acudimos- cuando el martes en la tarde vimos que todos habían salido sin cargos y que no faltaba nadie. Hubo hasta bromas sobre que “ya esto de ser preso político está devaluado, ahora por cualquier cosa te detienen”. 
 
Y justamente eso es lo terrible. No tan solo la alegría algo perturbadora de cerciorarse siquiera que no falte nadie, porque sabemos que otros han faltado y más pueden faltar, viendo las cosas cómo van. También es terrible la perspectiva, nada remota, de ser susceptibles, todos y cada uno de nosotros, de detención arbitraria, literalmente, por cualquier cosa. Por la portación de gises y globos, por ejemplo, así como lo leen. ¿Quién será el siguiente peligroso rebelde detenido, un niño de primaria? ¿La mismísima Hello Kitty? Además, las detenciones se realizaron antes de que los atacados siquiera llegaran al punto de reunión. Por el delito de caminar en la calle. Que es nada menos que cualquier cosa. Ya todos somos susceptibles de ser detenidos por cualquier cosa. No sé a ustedes, pero a mí la idea me manda cierto escalofrío columna abajo.

Mientras buscaba recopilar la información ya presente en la red, por cierto, me tropecé con esta nota acerca de lo que pasa en otro rincón de Veracruz: No permitirán en Zongolica a jóvenes andar en la calle después de las 22:00 horas. Quienes lo hagan será retenidos por la policía y conducidos a su domicilio”, reza el subtítulo, y sigue: “Es violatorio de la Constitución, pero es un acuerdo de la Alcaldesa y padres de familia”. Algo en mí se resiste a aceptar un acuerdo entre la alcaldesa y los no mejor identificados “padres de familia” (¿cuántos?¿quiénes?) de Zongolica como razón suficiente para una medida violatoria nada menos que de la Constitución, al más puro estilo golpista. No se especifica la edad de los “jóvenes” zongoliqueños pasibles de detención por andar en la calle a deshoras (léase con ironía). Zongolica no es Xalapa, está algo más lejos del foco de atención de los reflectores. Tal vez por eso la noticia agarra un matiz aún más escalofriante, como de secreto cocinándose y ensayándose en espera de su implementación más urbana y masiva. A lo mejor estoy cayendo en la teoría de la conspiración, pero díganme si no dan ganas. Triste el país que encierra, detiene, pisotea a sus jóvenes. 
 
Y no solo estamos expuestos a ser detenidos por cualquier cosa, sino por cualquiera, sin que siquiera se identifique como se supone que los agentes de policía y afines deben hacer. Personas no uniformadas, ¿porros contratados? ¿policías vestidos de civil?, participaron en las detenciones del pasado martes, como se aprecia en las fotos. 

fotover.com.mx


zapateando.wordpress.com

Me preocupa y me da francamente miedo. El ejercicio de la libertad de expresión, que solemos practicar varios de los que aquí en este blog escribimos y leemos, ya es a fines prácticos un delito, que de buenas a primeras puede granjearnos una detención arbitraria por cualquier hijo de vecino como nosotros, sin credenciales ni identificaciones, es decir, sin rostro, ni personalidad jurídica, ni, menos, responsabilidad.

No somos las grandes masas en revuelta, aunque nos gustaría creerlo. Recuerdo el chiste que recién hacíamos con una compañera en Plaza Lerdo en una ocasión de escasa concurrencia: “Menos mal que están los orejas haciendo bulto, si no de plano esto se vería muy vacío”. Pero ya no se permiten ni pocos, ni dos, ni uno, ni ninguno. Evidentemente este 20 de noviembre no querían que nadie ni nada, ni un efímero dibujito con gis en el pavimento, ni un precario globo extraviado, empañara en lo más mínimo su enésima falsa representación de unidad y concordia nacional en el País de No Pasa Nada, sus estampas y coreografías, ya sea de Adelitas de enaguas floreadas, o de policías voladores colgando de helicópteros.

Lo otro que me preocupa y me espanta, no por nuevo, sino por nuevamente aterrador, es que, como ya se ha vuelto costumbre en estos casos, a las mujeres les fue peor. 

plumaslibres.com.mx

Golpeadas, obligadas a desnudarse y hacer sentadillas, manoseadas dizque a fines de revisión. Que esto fuera perpetrado por otras mujeres no lo hace menos grave. El mensaje es claro y es muy, pero muy preocupante: por ser mujeres y por andar en mitotes que menos que a nadie les corresponden, así es como les va a ir, tengan cuidado. Con más saña, más humillación, más desprecio de su dignidad y sus derechos humanos.

Posdata. Hablando de la desbordante actualidad. En el tiempo que me tardé en escribir este artículo, recibí y difundí un par de noticias preocupantes: reportero independiente detenido en el centro del DF, despojado de su cámara; cárcel a quien difunda rumores, aprueba congreso de Veracruz. Aparte de lo que pueda o no suceder el 1 de diciembre, aparte y después, ni salir a la calle se va a poder, muy pronto. Vaya, ni salir a las calles virtuales del internet, casa ni tan segunda de muchos que este espacio compartimos. Oigan, ¿nos vamos a dejar?

19 de noviembre de 2012

Intermedio

El martes 20 de noviembre próximo iniciamos la celebración de la memoria y acción del Centro Cultural de España en México, 10+CCEMx. 

El CCE ha apoyado fuertemente proyectos culturales independientes, de las artes visuales a las artes escénicas, pasando por la reflexión en torno a la creación y circulación cultural y los nuevos lenguajes estéticos. En sus espacios han expuesto jóvenes creadores y músicos, muchos de ellos veracruzanos...

El encuentro 10+CCEMx tiene como objetivo fortalecer el dialogo entre diversas iniciativas y proyectos culturales cuyos recorridos temporales y conceptuales tienen cercanía con este Centro Cultural. 

Entre los conferencistas y ponentes estarán Néstor García Canclini, Phillipe Ollé-Laprune, Paula Astorga, Liliana López Borbón, Sergio Raúl Arroyo, Ernesto Piedras, Diego Rabasa, José luis Paredes "Pacho", Ilán Semo, Benjamín Mayer e Ishtar Cardona.
Colabora: 17 Estudios Críticos.

Del 20 al 23 de noviembre, 17:00 a 21 horas, CCE, Sala Panorama
República de Guatemala 18, Centro Histórico, México D.F.






Programa.

Martes 20 de noviembre, 19:30 / Sala Panorama
CONFERENCIA INAUGURAL
Imparte: Néstor García Canclini.
Presentan: Benjamín Mayer y Ana Tome





Miércoles 21 de noviembre
17:00 / Sala Panorama
TESTIMONIOS DE LA ACCIÓN CULTURAL I
Participan:Philippe Ollé-Laprune, Casa Refugio Citlaltépetl; Paula Astorga, Circo 2.12; y Tania Aedo, Laboratorio Arte Alameda
Modera: Benjamin Mayer

19:30 – 21:30 horas
ECONOMÍA, INNOVACIÓN E HISTORIA CULTURAL
Participan: Liliana López Borbón, Ernesto Piedras y Sergio Raúl Arroyo
Modera: Ander Azpiri




Jueves 22 de noviembre
17:00 / Sala Panorama
TESTIMONIOS DE LA ACCIÓN CULTURAL II
Participan: Marcial Fernández, Ficticia; Agustín Estrada, Red de Faros; y Diego Rabasa, Editorial Sexto Piso.
Modera: Eva Gómez

19:30 – 21:30 horas
TENDENCIAS SOCIALES Y NUEVOS ESPACIOS CULTURALES
Participan: Eduardo Vázquez, Ishtar Cardona y Verónica Gerber Bicecci
Modera: Ander Azpiri





Viernes 23 de noviembre
17:00 / Sala Panorama
TESTIMONIOS DE LA ACCIÓN CULTURAL III
Participan: Mariana Munguía, Patronato de Arte Contemporáneo A.C. Javier Contreras, Centro de Investigación Coreográfica; y Miquel Adriá, Arquine. Modera: Benjamin Mayer

19:30 –21:30 horas
ALTERNATIVAS Y PARADOJAS Participan: José Luis Paredes “Pacho”, Ilán Semo, Benjamin Mayer
Modera: Ana Tome

Más informes: http://ccemx.org/html/actividades.html?idev=1654 


Por peteneras, de barlovento y sotavento, entre flamenco y son jarocho, 8 horas o un océano de distancia de Lya Morgana ha sido uno de los espectáculos acogidos por el CCE. Acá una muestra.



11 de noviembre de 2012

Esteban Utrera narrado por Gilberto Gutiérrez

Hemos ya publicado un Intermedio dedicado a la memoria de Esteban Utrera, patriarca del grupo de son jarocho Los Utrera, quien falleció el pasado 24 de octubre.

Gilberto Gutiérrez, fundador y director del grupo Mono Blanco, recibió la noticia de la muerte de Utrera en vísperas de un viaje de trabajo. La memoria y la raíz familiar son anchas entre los dos grupos. Gilberto junto con su familia viajó al Hato a rendirle una última visita física a Don Esteban. Y luego escribió un texto que relata esta historia. El diario La Jornada lo publicó unos días después.

Ahora nosotros, con el permiso de Gilberto, lo publicamos. 
_________________________________________________________

Esteban Utrera
Gilberto Gutiérrez

El miércoles 24 de octubre, a las nueve y diez de la noche, falleció don Esteban Utrera Lucho, a los 92 años, último sonero de principios del siglo XX y pilar del resurgimiento de la cultura jarocha. Van estas líneas de mi memoria a su memoria.

La primera vez que lo vi, hacia 1963, traía una parranda decembrina con una veintena de gente jarocha –en el sentido racial– y venían desde Sabaneta, población de afromestizos. Llegaron a la casa de mi abuela, doña Catalina Castellanos de Gutiérrez, en Tres Zapotes, donde yo vivía; mi abuela los recibió afinando su jarana y los acompañó en la tocada.

La segunda vez que lo vi fue en la boda de la hija de don Santos Pino, en su rancho, como a medio kilómetro del de mi padre, camino a Boca de San Miguel, cerca de 1972; también andaba El Güero Vega, pero no los vi que se juntaran. En esa boda hubo muchos músicos de varios estilos, aparte de los jarochos; hubo un dueto de bandurria y guitarra que, a pedido de mi padre, tocaron Capullito de alhelí. Estaban Chucho y sus Incógnitos, grupo tropical de San Juan de Los Reyes, que acaparaba la atención de la noche: tocaban cumbias y baladas, versiones de los éxitos en la radio. Era el tiempo en que los jarochos abrazaron la cumbia y le dieron la espalda al fandango, mismo que, no obstante, Utrera capitaneaba en un lejano rincón de la fiesta.

Conocí a Utrera, hacia 1978, cuando con Juan Pascoe y mi hermano José Ángel lo visitamos en su casa de palma, al otro lado del río en Paso del Amate, ya conscientes de que él era un tesoro de conocimientos soneros, asunto que particularmente nos interesaba. Pero también sabía aserrar madera, hacer muebles y casas tradicionales, fabricaba herramientas, preparaba la palma para techar, con la que hacía utensilios para el hogar y unas maravillosas hamacas, y era el peluquero. Con todos sus oficios era un hombre indispensable en la comunidad familiar y vecinal.

También era un hombre de campo, diestro con el hacha, machete y tarpala, y, como casi toda la población de la zona, criaba ganado y conocía el arte de la pesca con trampas que él mismo fabricaba. Vivía de manera sustentable al estilo ancestral, donde todo lo necesario para vivir lo tomaba de la naturaleza.

Como músico, amenizaba los fandangos y oficiaba en ese ritual que se da en la tarima y sus alrededores. Con ello aliviaba el espíritu y la convivencia mantenía sana a la comunidad. A la vez, él se alimentaba personalmente de la música, de la cápsula luminosa de concierto musical humana que se solía crear ahí: cuerdas en unísono, a tiempo, canto, poesía, la convivencia del zapateado.
Su casa fue refugio del fandango durante los peores años de la tradición. Con una pequeña tarima desvencijada y la única en varios kilómetros a la redonda, participaba de los cada vez más escasos fandangos, muchas veces en los cumpleaños de algunos.

Sus músicos de aquel entonces eran: Tomás Gamboa, La Changa (jarana tercera y gran cantador de estilo singular), Beto y Venancio Quinto (jaranas segundas). Beto Quinto murió joven aún, al parecer de cáncer. A Tomás lo mataron, también joven, por líos absurdos. Con ellos desapareció para siempre un sonido con el que conocimos a Utrera, antes de que llegaran las quijadas, leonas y marimboles: un son llanero, veloz, siempre cambiante, más música que canto.

Sus hijos mayores, herederos de los talentos de su padre, no compartían su entusiasmo por el son y en cambio se dedicaron a la cumbia. Mostraban el ingenio familiar y tocaban la guitarra a la vez que se acompañaban con instrumentos percusivos, que ellos construían.

Su segundo grupo de hijos era distinto: cuando los conocimos, Camerino, niñito aún, tocaba una tablita con clavos y cuerdas de bejuco. Esteban Anastasio, en pañales, escuchaba desde su cuna de tablas y palma retorcida y Antonio aún no nacía.

En las siguientes visitas José y Roberto ya no estaban, pues habían emigrado al puerto de Veracruz. Irineo, ya casado, vivía en Tibernal, y Concha, habiendo quedado viuda, se fue a trabajar a Veracruz.
Las visitas a casa de Utrera se volvieron frecuentes, y germinó una amistad que hoy día pervive con sus hijos. La familia se componía de don Esteban y su señora doña Reina Luna, y los hijos Camerino, Anastasio, Antonio y Elizabet.

Pronto llenábamos el vocho de músicos e instrumentos y los acompañamos a los fandangos que se dieron por el rumbo, principalmente a los del velorio de la Virgen de Guadalupe, cada 11 de diciembre, siempre en una casa distinta. Pero también fuimos a bodas que se daban monte adentro. Invariablemente se encontraba en ellos rasgos físicos africanos.

Inolvidable, la fiesta de los 14 años de Tacho, la mera Nochebuena, una tempestad caribeña, la tarima en el centro de esa casa grande de palmera, costillas de palma para los muros, piso de tierra; presente toda la familia, los vecinos y todos los Vega, los varones y las doncellas, los viejos y los nuevos. Mole de pato, muchos toritos, música hermosa y armonía que es lo que nutría a Utrera.
Él y sus músicos, ya con Camerino integrado, serían pilares del proyecto para organizar fandangos en los pueblos que aún guardaban en su memoria las gesta del fandango. Así, en 1983, iniciamos en Saltabarranca el proyecto mencionado, juntando a don Arcadio Hidalgo, al grupo Mono Blanco y las familias Gutiérrez (mi hermano Ramón ya tocaba la guitarra), Vega y Utrera. Fue la primera vez que el joven Anastasio consiguió permiso para salir y lo dejaron ir; sólo zapateaba, pero ya con ese estilo que aún lo caracteriza. Con esa tropa fuimos, además, a Lerdo de Tejada, Cabada, Tlacotalpan, Santiago Tuxtla, Tres Zapotes y Minatitlán y muchos pueblos más.

Viajó como patriarca del grupo familiar Los Utrera por México, Estados Unidos y fue a Francia y a Irlanda. Por razones de salud, se retiró de los viajes, pero siguió tocando en los fandangos, con el ímpetu de siempre. Aparece grabado en los tres discos del grupo y en uno dedicado exclusivamente a él, grabación hecha casi artesanalmente por Alec Dempster en Santiago Tuxtla, cuya edición se agotó en una de las fiestas de la Candelaria en Tlacotalpan –donde por cierto tocó en muchos fandangos, y donde se le otorgó el Premio Andrés Vega para músicos guitarreros tradicionales. Aparece grabado por última vez en el reciente disco de Son del Hato (capitaneado por Camerino Utrera, heredero de los talentos de su padre, quien se dedica de manera permanente a la fabricación de instrumentos jarochos). Especialmente conmovedor es el “track sorpresa”: el micrófono abierto a los sonidos nocturnos distantes y cercanos de la sabana de El Hato, el mismo canto de insectos y ladrar de perros en otras rancherías que Utrera escucharía todas las noches de su vida, el mismo espacio nocturno donde a veces en los tiempos de antaño se percibía un fandango a lo lejos, el zapateado sobre todo, pero con más atención los bajos de la guitarra; de repente se escucha el hablar de Utrera; de repente recorre las cuerdas de su instrumento, y luego la noche cae de nuevo.

Utrera fue amigo y compañero. Siempre nos recibió con un torito: de jobo en temporada de las aguas y de limón en las secas. Incansable, siempre realizaba alguna actividad. Pasó sus últimos meses tejiendo hamacas y rodajas, esperando a la muerte. Ésta no hallaba el momento de llevárselo, porque siempre estaba tejiendo.

Gran conversador, nos remitía al pasado con sus cuentos y anécdotas de una vida que se fue terminando en El Hato. Siempre tuvo la guitarra a la mano, y a la primera provocación la sacaba para lanzar las notas al viento, esperando que llegaran a una bailadora de temple, como fue su prima, doña Juana Utrera, fallecida hace un par de años.

Con Utrera se fue el último de los viejos que conocimos a finales de los años 70. De los que mantuvieron viva la tradición y una presencia fiel durante el despertar jarocho; un eslabón con los viejos tiempos mitológicos. Trabajador, artesano y artista. Ya sin doña Juana y ahora sin él, El Hato es ya el Nuevo Hato.

Le sobreviven su viuda, doña Reina Luna Mauleón; sus hijos Roberto, José y Concha Utrera Leyva, por un lado, y Camerino, Anastasio, Antonio y Elizabet Utrera Luna, por el otro, y muchos nietos y nietas, bisnietos y bisnietas, y una flota fandanguera que tuvo el honor de contar con él como uno de los mayordomos musicales.

Como persona querida por la comunidad a la que sirvió sus últimos días –que los vivió a plenitud, en sus cinco sentidos– estuvo rodeado de amistades y familiares. A su muerte asistimos casi todos aquellos que tuvimos que ver con él.


Fotografía de Gilberto Gutiérrez

4 de noviembre de 2012

Intermedio

"El miércoles 24 de octubre, a las nueve y diez de la noche, falleció don Esteban Utrera Lucho, a los 92 años, último sonero de principios del siglo XX y pilar del resurgimiento de la cultura jarocha. Van estas líneas de mi memoria a su memoria."

Así inicia el texto que Gilberto Gutiérrez Silva publicó en el diario La Jornada el martes 30 de octubre pasado para hablarnos de uno de los grandes requinteros del son jarocho contemporáneo. 


Fotografía de Arturo Talavera


Patriarca del clan Utrera, fue uno de los ejes de la "operación fandango", como Gilberto llama al proyecto que emprendieron en los años ochenta Arcadio Hidalgo, Mono Blanco, la familia Vega y la familia Utrera  para reactivar la memoria de la tarima y la jarana en las comunidades de la zona cultural jarocha. 

Hombre comunitario como pocos, fuente de múltiples saberes, cabeza de una familia que seguirá cultivando el son durante generaciones, Don Esteban detuvo sus pasos en su casa del Hato, en las montañas de los Tuxtlas. Ahí fue velado al día siguiente de su partida. 


Fotografía de Rodrigo Vázquez


Nos duele su ausencia. 



 
Los Utrera. El pájaro carpintero 
Video de Rodrigo Vázquez, 2006

30 de octubre de 2012

SANCTORUM, fiesta viva a los muertos

Estamos en días de Xantolo, del Sancta Sanctorum, las fiestas de muertos.

Eloisa Hermat, quien ha estado cerca del Observatorio como lectora y comentarista de nuestros artículos, defensora de las tradiciones de su región, la Huasteca, nos envió un texto sobre estas fechas rituales. Ella dice que no son más que opiniones personales, pero nosotros creemos necesario abrir este espacio a quienes desde adentro experimentan y analizan la fuerza y transformaciones de la memoria local.

Eloisa escribió sobre la tradición del también llamado Xantolo, el cambio y el turismo. Le damos la bienvenida a este espacio, y esperamos contar con más voces desde lo local, de los cronistas, los promotores, los gestores de la rica y densa vida simbólica de nuestras comunidades.

___________________________________________


SANCTORUM, fiesta viva a los muertos.
Cómo se vive en la huasteca y la importancia de cuidar el equilibrio entre la tradición y lo turístico

Ing. Eloisa Hermat (la huastekita)



Imagen tomada del sitio de la CDI, http://www.cdi.gob.mx/xantolo/xantolo.html


Sanctorum o Xantolo: festejo muy arraigado y que resiste a su desaparición en la Huasteca...

Rico es hablar de cómo se vive de manera general, pero también es importante conocer las debilidades de nuestros modos de vida. Como una opinión muy personal, basada en investigaciones en la zona, de manera respetuosa a otras opiniones, comparto lo siguiente:

Desde hace mucho tiempo la celebración del Sanctorum o Todos Santos -pronunciación de la fiesta en algunas comunidades tenek de Tantoyuca- ha venido perdiendo parte de sus elementos culturales, pero eso no quiere decir que la esencia se esté también perdiendo.

Las condiciones de vida, económicas y religiosas, así como las sociales, nos han envuelto en una gama de contradicciones que han debilitado la forma de vivencia y de esencia en la tradición.

Sabemos que la cultura es cambiante, no la podemos parar, pero también es importante hablar con las nuevas generaciones sobre el uso y la costumbre de esta tradición, esto como una responsabilidad que tenemos y que nos han heredado, por lo que debemos cuidarla y transmitirla puesto que fórmulas extranjeras nos invaden cada vez más y esa es una fuente permanente de alejamiento de la esencia de la cultura, la nuestra.

Podemos decir de manera general, que el Sanctorum es una celebración por la llegada de las almas de los difuntos a la tierra, quienes nos visitan año con año y significa que ellos están presentes en el corazón de cada uno de nosotros. Según nuestras diferentes creencias, la fiesta se vive de diferente manera, y no hay un por qué ni un cómo se debe de vivir, es por eso que la tradición se hace más rica., pero también debido a eso cada pueblo cree y defiende sus formas de festejar y afirma que así debe de ser (como por ahí se dice, aquí hay tres verdades…la tuya…la mía y la de los demás).

Esto, lejos de ser visto como una riqueza pluricultural -en este caso de la Huasteca- ha sido razón de perdida de la esencia del Sanctorum y ha debilitado el sentir de la gente. Entre otras cosas, los famosos concursos de danzas y altare, han generado que la gente busque una popularidad momentánea, el ser premiados, sin importar usar elementos que solo se ven bonitos pero no son tradicionalmente usados, lo que provoca que los concursos realmente no contribuyan a fortalecer la tradición porque nos venden una idea errada de cómo debe ser... Como se menciono antes, no hay un por qué o un cómo debe ser, no hay reglas sobre cómo vivir la tradición, solo se vive y ya.

La fiesta en sí es una gran ofrenda, ¿y que se ofrenda? Lo que se tiene o lo que se puede. Y es más importante un altar con un vaso de agua y una pieza de pan que se da con el corazón que un gran altar lleno de todo, pero vacío y sin sentido del por qué se ofrenda.

Existe una gran resistencia hacia fortalecer los elementos esenciales de vida de esta tradición tan importante en la Huasteca y en México entero: de la búsqueda del verdadero sentido de la tradición, los beneficiados serán las nuevas generaciones, quienes están creciendo con la idea de que esta fiesta de Sanctorum es para vivir el ambiente callejero y atraer al turismo, como ya se ve en algunos municipios de la zona donde la fiesta se vuelve más “show” que sentido de tradición.

El turismo se basa en mostrar lo bonito de los pueblos y sobre esto puede contribuir al desarrollo económico de los mismos, pero hay que cuidar el equilibrio para no imponer lo que no contribuya a un desarrollo con sentido para la comunidad, para no sobreponer elementos tradicionales que no vayan juntos, que no se comprendan juntos.

Recalco con insistencia que la cultura es cambiante y sobre eso no podemos hacer mucho, pero considero que debe de haber un equilibrio y debemos diferenciar entre los ambientes tradicionales y los que se construyen con fines turísticos, para que podamos tomar conciencia y saber qué es lo que debemos cuidar y valorar como nuestro, ya que es una responsabilidad como padres heredar el conocimiento que nos transmitieron nuestros antepasados y saber entender que la fortaleza cultural está en las nuevas generaciones.

Vivamos pues la tradición con un apego de respeto hacia las almas quienes nos visitan pues algún día tal vez nosotros queramos venir a visitar y recordar esta tradición mas viva que nunca.

Y al final lo único que queda es la cultura, lo que somos, responsabilizémonos de ella y con respeto transmitamos a las nuevas generaciones este ser nuestro-

Sanctorum, fiesta viva a los muertos.
Organización Cultural de la Huasteca para la Huasteca, A.C.
“Enlazando a la Huasteca, para reforzar nuestra cultura”

22 de octubre de 2012

Intermedio

El martes 16 de octubre en el Museo Tamayo, Pinto Mi Raya -proyecto de arte conceptual aplicado de Victor Lerma y Mónica Mayer- e Ishtar Cardona presentaron presentaron el proyecto Archivo Activo que reúne 11, 000 textos en formato digital sobre 10 años de memoria del sistema artístico mexicano y recientemente incorporado al acervo del Centro de Documentación del Museo Tamayo.

Además de hablar de este proyecto con el que Pinto Mi Raya celebra sus 20 años, se discutió y se generó un performance sobre políticas culturales, financiamiento a museos y todos esos temas sensibles pero ine
ludibles, sobre todo en el momento actual.

En el centro de la discusión: cómo se decide la línea administrativa de los espacios culturales, quién sí es mecenas y quién no, por qué se decide que los patrocinadores privados (que no sabemos con cuánto ni por cuánto tiempo) dan y reciben a cambio su nombre en los muros de los museos. El contribuyente fiscal, sin embargo, carece de reconocimiento...




En momentos en que debe discutirse la línea entre lo público y lo privado para que la operación del sector cultura sea más transparente y horizontal, lanzamos la campaña #YoTambiénPagoEsteMuseo: como en toda campaña que se respete, portaremos botones cada vez que vayamos a un museo o recinto cultural, y pegaremos plaquitas imantadas (donde se pueda).
 
Para informarse y discutir:

¿Quién le entra?
 

16 de octubre de 2012

De relevos y cabezas olmecas: ¿alguien dijo cultura?

Publicamos el texto que quedó en suspenso la semana pasada y le pedimos a nuestros lectores disculpen la postergación.

Los cambios recientes en la administración estatal dejan abiertas muchas preguntas para quienes nos preocupamos por la salud del sector cultura en nuestro estado. La articulación turismo-cultura y la sobreposición del primero sobre la segunda no es fenómeno exclusivo de Veracruz. Ishtar Cardona reflexiona sobre lo que pueden significar los modos políticos respecto a lo cultural.

____________________________________________
De relevos y cabezas olmecas: ¿alguien dijo cultura?
Ishtar Cardona


El pasado 2 de octubre, en vísperas del arranque del Hay Festival en Xalapa, sorpresivamente (tal vez no tanto para quien esté al tanto de la política local de pasillo) se produjo cambio de estafeta en la Secretaria de Turismo, Cultura y Cinematografía de Veracruz. Leticia Perlasca dejó el cargo y tomó posesión Harry Grappa.

A los ojos del lector promedio de noticias, este cambio -independientemente de las señales previas- dejó un regusto a destiempo, a inoportuno: el día anterior al inicio de uno de los eventos más visibles (aunque de corta tradición) del calendario cultural estatal. Por supuesto, la inercia propia del festival, su propio peso específico impide que aún este tipo de sucesos interrumpan su marcha, pero uno, una, yo por lo menos, no puedo dejar de preguntarme por qué no haber esperado al final del programa para efectuar el cambio del titular de la dependencia.

La pregunta puede parecer ingenua: los tiempos políticos se imponen, aunque no se haga explícito, a las agendas y programas de las áreas gubernamentales, sobre todo tratándose de sectores como el cultural. No quiero aquí elucubrar sobre las razones del cambio, me interesa más bien analizar el descuido creciente respecto al área Cultura que se manifiesta en momentos como éste.

Cuando bajo la gubernatura de Fidel Herrera se desvinculó Cultura, y su institución operativa en el Estado, el IVEC,  de la Secretaría de Educación para incorporarla al organigrama del Sector Turismo, la señal que se lanzó fue clara: la cultura es el barniz que hace brillar los escenarios turísticos, que los hace aún más lucidores, esa es su única y más clara función, por lo menos en la lógica del gobierno estatal.

En el Observatorio ya hemos tocado ese tema. En el post del 14 de marzo de 2011 decíamos:
"Es decir, el eje de articulación, y el verdadero motor de la SECTURC es el turismo. La cinematografía es una extensión de esta actividad, y la cultura en todo caso opera, desde una mirada folclórica, como un apoyo para la difusión del patrimonio veracruzano, ancla primera del encanto turístico. Las grandes iniciativas culturales provenientes del Estado no tienen sentido sin la base del beneficio turístico. Los festivales y los encuentros musicales son –por lo menos a los ojos del analista entusiasta- los actos ligados al sector cultural con mayor apoyo institucional. Los programas de lectura, el apoyo a las artes visuales y escénicas, los programas musicales diversos, la educación artística y la investigación asociada quedan muy por detrás. Por supuesto, no negamos la importancia del factor turístico y su potencial como detonador económico, pero al parecer la creación cultural y su administración son importantes mientras generen ganancias. Cómo se utilizan y reparten esas ganancias ya es otra historia…"

El nombramiento del nuevo titular de la SECTURC confirma esta hipótesis. Harry Grappa, empresario antes que funcionario público, es -para bien o para mal- bien conocido en el medio turístico. Las notas periodísticas que informaron sobre su llegada a la Secretaria abundaron sobre su presencia, acciones, antecedentes como empresario y como operador en el sector. Nada, o por lo menos nada que yo encontrara, sobre antecedentes, posturas o declaraciones que lo perfilen TAMBIÉN como cabeza del Sector Cultura estatal.

De hecho, su toma de protesta ante el Gobernador reseñada por la prensa nos habla del enfoque unidireccional hacia el turismo, de la invisibilidad de lo cultural:
"El gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa pidió al nuevo secretario de Turismo de la entidad, Harry Grapa Guzmán, desempeñar su nueva encomienda con toda responsabilidad y profesionalismo 'para consolidar la vocación turística que caracteriza a nuestra entidad, y que significa una de las grandes apuestas del estado para detonar el desarrollo en todas las regiones' ". ("Duarte urge consolidar vocación turística de Veracruz", nota del Universal Veracruz en línea, 2 de octubre de 2012)

En las reseñas de prensa se lee también cómo en la visión del Ejecutivo la cultura es elemento integrador de la lista de activos turísticos del Estado:
"Indicó (el Gobernador) que Veracruz es un estado que lo tiene todo, un estado que cuenta con una enorme riqueza natural, playas, bosque y selva; con una enorme tradición cultural, producto de nuestra gran historia y resultado también del trabajo y esfuerzo de muchas generaciones que han forjado el Veracruz de hoy." 

Se nos podrá decir que no importa en realidad que el nuevo titular no tenga experiencia en el sector cultura, que nunca haya operado dentro de él, que no esté cercano a la comunidad cultural y que entre sus tareas en la función pública nunca haya estado la gestión y operación en esta área. Que para eso está el director del Instituto Veracruzano de la Cultura. También se nos puede decir que el IVEC opera con mayores recursos que la misma Secretaría, que la plantilla de trabajadores y de vehículos, por ejemplo, es mayor, y que eso nos habla del peso que tiene la estructura pública cultural en el organigrama del gobierno. 

Sin embargo, el hecho de que el Instituto opere con una plantilla abultada (en la que también tiene que ver la cuota sindical de los trabajadores del estado) no significa necesariamente la valoración de su función. Además, si nos atenemos a lo ocurrido en los últimos cinco años, el Instituto ha perdido su capacidad rectora en términos de iniciativas, por lo menos en el ámbito de la programación de corte cultural, que se ha ido "espectacularizando", "festivalizando" de la mano de eventos como Cumbre Tajín. 

Personalmente me preocupa la lógica instrumental que la administración estatal muestra respecto a la cultura. No se trata de un fenómeno privativo de Veracruz, ni siquiera del país. La cultura enmarcada en tarjeta de presentación, en polaroid publicitaria de una región es objetivación viciada aquí y en China. El problema -en nuestro veracruzano caso- es que no parece haber rectificación del camino, no parece haber interés en explorar de forma creativa las posibilidades de lo cultural como bien social, como derecho, como -también- producto circulante. Seguimos usando la vieja fórmula, inaugurada en el sexenio de Miguel Alemán, de regalar cabezas olmecas para hacernos presentes en el mundo (oh, fantasma del exotismo que vendes tours all inclusive). 

Con todo en contra, espero sinceramente que si bien el nuevo secretario de Turismo no sea la cabeza (no olmeca) que el sector cultura aguardaba, sí se manifieste como un administrador capaz de darle su justo valor a la creación y circulación de los productos culturales. Un administrador que sepa generar las condiciones para que se formule una verdadera política cultural, no solamente acciones desarticuladas. Sinceramente...

11 de octubre de 2012

POSTERGACIÓN EXTRAORDINARIA

Por primera -y esperemos última- vez en el Observatorio, el post de esta semana se publicará la semana entrante, en razón de problemas que no hubo forma de conjurar. Suplicamos la comprensión de nuestros lectores. Nos leemos la semana entrante.

1 de octubre de 2012

Intermedio

Sobre globos, tradiciones y proyectos...

En Zozocolco, al norte del Estado, casi en la frontera con Puebla, desde hace algunos años se ha desarrollado la costumbre de fabricar y soltar globos de papel de china durante las festividades de la comunidad.

A tal grado que no solamente hay quien piensa -como ocurre con las dinámicas de la tradición- que esta costumbre es de data antiquísima e inmemorial (siendo que el fenómeno es relativamente reciente), sino que en sí esta práctica ha alcanzado vuelos -literales- altísimos.

Foto: Ishtar Cardona

Foto: Ishtar Cardona

Foto: Ishtar Cardona

 Es enormemente emocionante ver trabajar a los artesanos en sus creaciones y asistir a la expectación de la gente (local y visitantes) cuando se sueltan.


Foto: Ishtar Cardona

Un grupo de jóvenes del Barrio del Zapote se ha dedicado con mucha energía y talento a esta expresión, dándose a notar en poco tiempo por la calidad de su trabajo. Hace poco fueron premiados en Festival de Globos de Cantoya Paracho 2012.

Ellos trabajan en un cuarto que rentan en ese barrio de Zozocolco. Es un cuarto de paredes de carrizo. Cuando llueve tienen que detener el trabajo porque el agua se mete. Ellos compran el papel de china, el pegamento, la cinta adhesiva, el alambre, el cordel. Buscan en revistas de patrones de punto de cruz nuevos modelos para cuadrillar sus diseños. Han aprendido a implementar escalas y no, no usan programas de computadora, todavía, para generar modelos pixelados.


Foto: Ishtar Cardona

Los globos los regalan a la gente en las festividades para que los lancen durante los eventos. No cobran por ellos a menos que se les haga un pedido más grande. Lo hacen además de sus actividades normales. Reciben de vez en vez alguna ayuda por parte de las autoridades, y en ocasiones los contratan para dar un taller. Nos contaron sobre cómo a veces los llaman de Poza Rica a cambio de un pago de entre 200 y 400 pesos el día (a repartir entre tres o cuatro).

Y no, no se les ocurre quejarse. Y aceptan intercambios con otros grupos creadores (tienen por ahí un cuadro que les regaló un grupo de grafiteros a cambio de un taller).


Foto: Ishtar Cardona

Se nos ocurre que habría que encontrar formas, no paternalistas y no mercantilistas, de promover este trabajo. Asistir a sus eventos es una, pero habría que animar la circulación de sus creaciones para que esto les permita seguir desarrollando su creatividad y de alguna forma vivir de ello.


Foto: Ishtar Cardona

Por lo pronto nosotros les compramos varios globos para regalar a la familia y los amigos. Diez globos, hechos a mano, con su respectiva mecha, envueltos muy coquetamente, nos costaron el equivalente a una cena para dos.

A volarlos.

Acá un video del globo que fabricaron para el Xantolo del año pasado, en noviembre del 2011, con más de 4 mil pliegos de papel de china (casi tan alto como los campanarios de la iglesia). El globo de las Tres Vírgenes.